Todos hemos escuchado más de una vez el dicho “nueve de cada diez catástrofes prefieren Chile” y se fundamenta en la realidad que vivimos a diario en nuestro país. Terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, graves sequias, incendios catastróficos, epidemias, como en el juego, continúe Usted.
El ciclo del desastre en nuestro país, hasta hace unos pocos años era “ocurrió el problema y le damos solución”, es decir éramos un país reaccionario y no un país previsor.
Para ejemplificar lo que le estamos explicando les recordamos el ya histórico incendio de la Torre Santa María. Antes de dicho incendio no existía una norma sobre la construcción de edificios en altura. Ocurrió el desastre y en menos de diez días, por el impacto causado, se dictó el decreto con la norma.
Pero, para que no seamos solo “el mejor país de Chile” en la materia, le contamos que no es solo un problema nuestro, sino que es un problema alrededor del globo.
Para Combatir los desastres hay que prepararse para ello
Según el informe de la CEPAL, “Planificación para la Reducción del riesgo de desastres en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, entre 1970 y 2019, en América Latina y el Caribe ocurrieron 2.309 desastres que causaron 510.204 muertes y dejaron a más de 297 millones de personas afectadas, provocando daños por 437.000 millones de dólares
Si hasta el año 2022 se calculaba que la población en la región éramos 645, 6 millones de habitantes, sumando y restando el resultado da que a uno de cada dos habitantes ha sido afectado por un desastre.
Cuando ocurre un desastre, según lo descrito en el informe, implica retrocesos en los avances económicos y sociales que los países logrados alcanzar. Puede, incluso que las personas que han logrado salir de la pobreza vuelvan a esa situación, por los efectos causados por ellos.
Es por esto por lo que, a nivel mundial se está enfrentando los problemas que causan los desastres, no cuando ocurren o después que ocurren, sino antes que ocurran.
En el año 2015, en la tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas celebradas en Sendai Japón, se firmó el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, en el cual está suscrito nuestro país
El marco de Sendai establece 4 prioridades concretas para la acción: 1.- Comprender el riesgo de desastres.2 Fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres para una mejor gestión. 3. Invertir en la reducción de riesgo de desastres para una mayor resiliencia y 4 Aumentar la preparación frente a desastres para responder mejor a ellos y para una mejor recuperación, rehabilitación y reconstrucción.
Chile a la vanguardia en la prevención del desastre
Con fecha 7 de agosto de 2021 se publicó en el Diario Oficial, la ley 21.364, que establece el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta Ante Desastres, sustituyendo la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta Ante Desastre (Senapred).
Con la creación del Senapred., Chile actualizó sus normas y las puso a la par con las planteadas con el acuerdo de Sendai, y está trabajando arduamente para combatir los desastres, primero evitando que ellos ocurran y si ocurren que nos afecten lo menos posible.
¿Qué es la Gestión del Riesgo Desastre?
Según la definición que nos entrega la ley 21.364, la Gestión del Riesgo de Desastres es un proceso continuo de carácter social, profesional, técnico y científico de la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación de políticas, planes, programas, regulaciones, instrumentos, estándares, medidas y acciones permanentes para el conocimiento y la reducción del riesgo de desastres, con el propósito de evitar la generación de nuevos riesgos de desastres
Es un ciclo continuo que se divide en cuatro fases La mitigación, la preparación, la respuesta y la recuperación.
Estas cuatro fases, muy resumidamente, significan que antes de unas emergencias se deben reducir los riesgos existentes y evitar la generación de nuevos peligros, previniendo amenazas o emergencias inminentes.
Durante la ocurrencia de un desastre o emergencia se debe responder para salvar vidas, reducir el impacto y disminuir las pérdidas y por último se debe restablecer lo más rápido posible las condiciones de vida normales de las comunidades afectadas.
Preparar a la población es el recurso más valioso
Visto lo anterior, preguntamos a Senapred en que estaban haciendo para enseñar a la población sobre la gestión del riesgo y nos indicaron, a través de un comunicado que «tenemos la responsabilidad de instalar capacidades para formar comunidades más preparadas y resilientes ante los desastres»
«En este contexto, de cara a la población general, se implementó el Programa Chile Preparado a través de la materialización de ejercicios de simulacros y simulaciones, en el que han participado cerca de 12 millones de personas.»
Según el organismo estatal, mediante la recreación de escenario extremo ficticio generado por una amenaza de manifestación súbita a las que estamos expuestos como país, se activa el Sistema para poner a prueba la planificación de emergencia, protocolos, alerta temprana, entrenamiento y preparación de la población en zona de riesgo durante la evacuación.
«En este contexto, se realizan ejercicios para entrenar a la comunidad sobre distintas amenazas ante escenarios de sismo-tsunami, erupción volcánica, remoción en masa, aluviones incendios forestales».
Por último, indicaron que «en el caso de los simulacros asociados a variable de terremoto/tsunami, en más de una década se han realizado 85 ejercicios en el borde costero, como también de preparación ante sismos para los establecimientos educacionales, a lo largo de todo el territorio nacional».