El futuro es ahora Por Víctor Maldonado R.
Evelyn Matthei se encuentra con Carolina Tohá en un seminario y los periodistas señalan que “se vieron las caras”; Manuel Monsalve no dice nada, pero todos en su entorno afirman que su salida es inminente; Camila Vallejo aclara que del mensaje presidencial no se pueden esperar grandes anuncios, sino la cuenta de las realizaciones del gobierno.
¿Qué es lo que une a estas noticias recientes, aparentemente inconexas?
Lo que quieren decir es que la realidad se impone y que los preparativos de un futuro muy cercano están predominando en la actuación de las principales figuras.
El presente, por sí solo, no concita suficiente atención.
Los hechos mencionados lo muestran a cada paso.
Tohá sabe que el ejercicio de su cargo es incompatible con ser precandidata presidencial, pero los que están a su alrededor saben también que lo es y eso es lo que les importa.
Monsalve es la figura mejor evaluada en sus funciones, pero, por eso mismo, es una de las personalidades que mejor se pueden proyectar y no hay proyección inmediata si se queda en el gobierno.
Los plazos legales deciden las acciones.
El mensaje presidencial es el momento estelar del Ejecutivo durante el año. Se tiene todo el tiempo (demasiado tal vez) para explicar lo que se está haciendo y el solo hecho de que se hable en positivo de los avances le da un tono de optimismo, de realizaciones cumplidas y de futuras conquistas.
Lo que sucede, sin embargo, es que sabemos que la cuenta al país puede ser buena o mala (será buena como lo es toda actuación presidencial cuando no improvisa), lo podrá decir bien o mal (lo dirá bien porque es un comunicador nato), lo que no podemos esperar es una novedad.
No puede haber primicias porque el gobierno no tiene la capacidad de decidir por sí mismo la realización de reformas o cambios importantes.
Lo que está en sus manos es decir lo que ya se ha hecho y eso lo conocemos.
Si se saliera de libreto, lo que podría intentar es el anuncio de una iniciativa y la oposición se ganaría el protagonismo de inmediato al decir que no lo va a aprobar.
Es decir, si se excede, regala el primer plano a la derecha.
Por eso lo que une a los hechos señalados al principio es su relación con el futuro y, en realidad, es eso lo que a todos interesa.
Tohá será candidata y lo que importa es cuando lo dirá. Monsalve es una de las pocas figuras de gobierno que puede proyectarse al parlamento y los plazos se cumplen.
Del gobierno solo se pueden escuchar cumplimientos conocidos y por eso no está en el porvenir.
Lo que caracteriza este momento es que todos están tomando posición para lo que viene muy pronto.
Eso hace que lo que vivimos en estos días tiene el aspecto de lo que está caducando y de compás de espera por lo que viene.
Puede ser que al gobierno le queden dos años y medio, pero para quienes son los protagonistas del mañana que despierta les queda bastante menos.
Matthei es mucho más una candidata presidencial en precampaña que una alcaldesa y si actuara en su actual papel todos entenderían que está perdiendo el tiempo.
En la centroizquierda se llega el punto en el que hay que dirimir entre estrategias, la indefinición no sirve y nadie se priva de opinar desde ya. El futuro es hoy.
