Política

Víctor Maldonado R.: En la mesa del pellejo se pasan pellejerías

Mario López M. Periodista

El partido Demócratas ha instado al Gobierno a emitir disculpas públicas por las declaraciones del líder de Convergencia Social, Diego Ibáñez, dirigidas a la senadora Ximena Rincón. Estas declaraciones llevaron a Demócratas a congelar sus relaciones con el Ejecutivo.
La desproporción de fuerzas es inocultable, la amenaza anunciada por Amarillos de que, si no hay acuerdo, están dispuestos a competir por fuera, no se sabe mucho en qué puede consistir. El suicidio no es propiamente una amenaza

En la mesa del pellejo se pasan pellejerías Por Víctor Maldonado R.

Las palabras no pueden reemplazar los hechos y en la derecha la negociación partió, como era previsible, en círculos concéntricos de importancia.

El verdadero acuerdo de la derecha es entre CHV y Republicanos

Los primeros en ponerse de acuerdo fueron los partidos de Chile Vamos aunque en la práctica, esta negociación se estableció en un diálogo continuo con republicanos.

Ambos sectores no se podían arriesgar a avanzar, cada uno por su lado, en acuerdos parciales que concluyeran en una gran colisión final.

Para tener el cuadro casi completo se necesita el cierre de tratativas de las dos grandes vertientes, los partidos más pequeños no tienen esa condición.

En la mesa del pellejo se pasan pellejerías

La desproporción de fuerzas es inocultable, la amenaza anunciada por Amarillos de que, si no hay acuerdo, están dispuestos a competir por fuera, no se sabe mucho en qué puede consistir.

El suicidio no es propiamente una amenaza

Ni siquiera pudieron comunicar formalmente su punto de vista en una reunión con el resto de la derecha porque tal reunión no había sido convocada.

Es difícil golpear la mesa cuando ni siquiera hay una mesa que golpear.

Lo que queda por negociar es aquello que no está en la primera línea de interés de Chile Vamos o republicanos, y, por lo mismo, la posibilidad de producir un verdadero impacto es poca, precisamente porque lo que queda es lateral.

Sobre todo, lo que falla en esta situación es la posición que esperaban ocupar los partidos que hace un año se definían como de centroizquierda, que este año, se definen como de centro y aún no sabemos cómo se definirán el próximo año de seguir esta tendencia unilateral.

El poco peso de los autoexiliados

Llegaron para producir tanto un reequilibrio de fuerzas como una amplitud de perspectivas a sus nuevos socios de derecha, pero hasta ahora la transformación se ha producido, prácticamente por completo, hacia dentro.

Chile Vamos y republicanos siguen siendo igual de reconocibles que desde el inicio de este gobierno.

Quienes tomaron distancia de su lugar de origen, a partir de la diferencia en un plebiscito constitucional e hicieron de esto un motivo de migración y cambio de domicilio, no han logrado cambiar la correlación de poder que le conocemos a la oposición desde la fuerte emergencia de republicanos.

En ambos lados de la cancha la ausencia de unanimidad no se confunde con falta de unidad.

Si en la centroizquierda un par de partidos pequeños se restaran del acuerdo final, se podría hablar de disidencias, pero no de división, y eso que todos ellos han estado negociando como miembros del mismo sector desde hace tiempo.

Sería una diferencia coyuntural, pero dentro de la familia.

En el caso de la oposición ni siquiera se puede decir algo parecido.

“No soy de aquí ni soy de allá”, podría ser una estrofa conocida a integrar al himno de estos partidos, en el supuesto que aún se conserve la costumbre de tener himnos.

En las nuevas tiendas donde existen muchas personalidades reconocibles, la fuerza principal no tiene por qué ser su representación electoral, sino el poder mostrar su influencia y la calidad de sus planteamientos encarnados en liderazgos proyectables.

Su porvenir pasa por insertarse activamente en un futuro gobierno de derecha. Como esa es la única perspectiva disponible, la amenaza de salirse del redil es todavía menos convincente.

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