El presidente electo de Argentina, Javier Milei, ratificó que procederá a la privatización de los medios públicos de comunicación y de la petrolera de mayoría estatal, YPF, una vez que se instale en la Casa Rosada.
«Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado va a estar en las manos del sector privado», aseguró en entrevista con radio Mitre tras ganar el balotaje que lo llevará a la Presidencia de Argentina el 10 de diciembre próximo.
Ahí Milei mencionó su intención de vender YPF, la petrolera controlada por el Estado argentino desde 2012, una estatización de las acciones en manos de la española Repsol, que derivó en un reciente fallo en Estados Unidos que obligó a Argentina a pagar 16 mil millones de dólares al fondo Burford Capital y que el Estado apeló, explicó la agencia EFE.
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«RECOMPONER»
«Lo primero que hay que hacer es recomponerla», dijo Milei sobre YPF, luego de destacar «el deterioro» de la empresa en términos de resultados que hizo que valiera «muchísimo menos» que cuando se la «expropió».
YPF fue creada en 1922 en Argentina y fue la primara petrolera estatal integrada verticalmente en todo el mundo. En la década del 90 se cambió el tipo societario y en 1999 fue privatizada y vendida a Repsol, que a su vez vendió un 25 por ciento de su parte a Petersen Energía, hasta que el Estado expropió el 51 por ciento de las acciones en manos de Repsol en 2012.
«En la transición que estamos pensando en la cuestión energética, tanto Enarsa (Energía Argentina Sociedad Anónima) como YPF tienen un rol mientras se racionalicen las estructuras; se las pone a crear valor para que se las pueda vender de una manera muy beneficiosa para los argentinos», explicó el presidente electo.
Las acciones de YPF subieron más del 29 por ciento en Wall Street y más del 10 por ciento en Argentina luego de que Milei propusiera su privatización.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Para el economista, también «tiene que ser privatizado» la Televisión Pública, Radio Nacional y la agencia estatal de noticias Télam.
«La Televisión Pública se ha convertido en un mecanismo de propaganda», aseveró, a la vez que destacó que el 75 por ciento del tiempo que se habló sobre su espacio durante la campaña electoral se hizo «de manera negativa» y «levantando las mentiras y abonando a la campaña del miedo» que, consideró, le hizo su rival.
«No adhiero a tener un ministerio de propaganda encubierta», acotó Milei.
