En el Congreso, más preocupados de revivir el odioso clima previo al 11 de septiembre de 1973, actos provocativos como el de la diputada Naveillán, que pretende negar un doloroso suceso por el que pasaron miles de mujeres en dictadura y que, incluso, está acreditado por sentencias judiciales, ya parecen «pan de cada día».
LEYENDA URBANA
Las declaraciones de la parlamentaria ultraderechista, surgieron tras votar en contra de una moción para que la Cámara de Diputadas y Diputados condenara la violencia sexual ejercida contra mujeres por la dictadura de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
La diputada Gloria Naveillán, aseguró que las denuncias por violencia sexual sistemática durante la dictadura «es parte de la leyenda urbana».
Sus declaraciones surgieron en el marco de una moción para que la Cámara de Diputadas y Diputados acordara condenar la violencia sexual ejercida por la dictadura de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990 a mujeres, solicitando al Presidente Gabriel Boric -en el marco de los 50 años del Golpe de Estado- visibilizar la ocurrencia de este tipo de violencia e impulsar medidas de reparación para las víctimas sobrevivientes y sus familias,
«DENUNCIAS QUE NO ESTÁN PROBADAS»
En ese contexto, la diputada aseguró que “son denuncias que no están probadas. Si me demuestran que están probadas no tengo ningún problema, pero también que se sumen las violaciones a mujeres en la época de la Unidad Popular (UP)», apuntó.
Al ser consultada si no hace diferencia un caso sobre casos sistemáticos de violencia sexual en dictadura, Naveillán aseguró que “yo no sé si son sistemáticos, no creo que hayan sido sistemáticos. Yo creo que eso es parte de la leyenda urbana”
Cabe señalar que existen múltiples fallos judiciales y testimonios, además relatos que recogen las comisiones Valech e Informe Rettig, que confirman múltiples casos de violencia sexual sistemática durante la dictadura ocurrida entre 1973 y 1990.
REPARAR A LAS VÍCTIMAS
La Cámara de Diputadas y Diputados de Chile aprobó hoy un proyecto de resolución que condena la violencia sexual ejercida contra las mujeres durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La iniciativa fue adoptada por 71 votos a favor, 15 en contra y 35 abstenciones, y solicita al presidente de la República, Gabriel Boric, impulsar medidas para resarcir a las víctimas.
«Hay a lo menos dos diputadas que fuimos víctimas de violencia sexual durante nuestras respectivas detenciones», denunció la legisladora Mercedes Bulnes.
El informe de la Comisión Valech, estableció que la violencia política sexual fue ejercida de manera generalizada por agentes del Estado, de todas las ramas de las fuerzas del orden y seguridad, a lo largo del territorio y en contra de mujeres de todas las edades e incluso, embarazadas.
BAJEZA E INDOLENCIA
La también diputada Daniella Cicardini (PS), vicepresidenta segunda de la Cámara de Diputados, a través de la red social X, fustigó a Naveillán.
“Bajeza infinita e indolencia” comenzó su escrito Cicardini. “Refleja el peligro para nuestra democracia del negacionismo de los que, tras 50 años, miles de testimonios acreditados y sentencias de la justicia, siguen hablando de “leyendas”, tal como en dictadura hablaron de “presuntos desaparecidos””, aseveró.
Lo que a su parecer “demuestra que volverían apoyar el golpe de Estado y repetirían los mismos horrores. Inhumanidad se llama eso”.
