El proceso de empadronamiento biométrico de migrantes que hayan ingresado a Chile de manera irregular, que lleva 50% de avance y que debía terminar en octubre, se extenderá hasta fin de año.
Así lo informó el ministro subrogante del Interior, Manuel Monsalve, en un balance conjunto con el director del Servicio Nacional de Migraciones (Sermig), Luis Eduardo Thayer, y el prefecto general Lautaro Arias, subdirector de Inteligencia de la Policía de Investigaciones.
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«El principal objetivo del empadronamiento biométrico es que nuestro país conozca las identidades y pueda identificar a las personas que están en su territorio. ¿Qué ha ocurrido aquí? Efectivamente, hasta el 30 de junio se dio plazo para que las personas que habían ingresado irregularmente y que ni siquiera se habían denunciado -o autodenunciado- y que habían ingresado y ni siquiera sabíamos que estaban en Chile, se pudieran autodenunciar ante la Policía de Investigaciones: 130 mil personas se autodenunciaron», expuso Monsalve.
NO ES «PERDONAZO»
Hasta ahora han sido empadronados 105 mil extranjeros de los cerca de 190 mil que lo había solicitado a junio, que fue la fecha límite para que se inscribieran en el proceso.
La autoridad reiteró que el proceso no representa un «perdonazo» a los migrantes en situación irregular, sino que sirve para obtener datos de aquellos extranjeros que ingresaron ilegalmente a Chile, e incluso podrá facilitar la persecución penal.
Añadió que durante la actual Administración no habrá otro proceso de empadronamiento biométrico.
El registro incluye la fotografía frontal del rostro de la persona y la toma de huellas dactilares, datos que son registrados por detectives de la PDI y funcionarios de Migraciones.
