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Hermosilla no solo exigía dinero también mujeres «en pelotas»

Mario López M. Periodista

La peculiar demanda de Hermosilla: “ahora quiero que me diga lo máximo: cuatro ucranianas, tres polacas, dos argentinas y todas en pelota. Y todas haciendo no sé qué. La raja. Pero, además, me ponís un yate, me ponís langosta (sic)”.

Hermosilla no solo exigía dinero también mujeres «en pelotas». Así se desprende de las grabaciones dadas a conocer hoy por la Fiscalía.

Esa fue la manera de graficar el modo de hacer una «transacción de dádiva por servicios de un tercero», que al efecto era funcionario público.

Una suerte de te ofrezco lo que quieras, pídeme y te digo cuánto cuesta. Y eso, es lo máximo.

Idea que se repetiría luego con el ofrecer una tajada tal, que el funcionario estuviera dispuesta hasta a quemar un establecimiento del SII.

No solo dinero o lujos, también bacanales

«Cuatro ucranianas, tres polacas, dos argentinas y todas en pelotas… además me poní un yate, me ponís langosta”, era parte de su ejemplo de requerimientos.

La mañana de este miércoles, durante la audiencia de formalización del abogado Luis Hermosilla y otros 4 partícipes de este bullado «caso Audios», el fiscal Felipe Sepúlveda leyó frases de una grabación filtrada en que destacó una particular petición del formalizado.

La audiencia se dio en el marco de una multipolicidad de delitos que se le imputan al conocido abogado, entre ellos, lavado de activos, soborno y delitos tributarios del aert 97 N° 4 del Código Tributario.

Los dichos de Hermosilla ponen de relieve el nivel  de los partícipes

El punto decía relación con un instante de una larga conversación entre coimputados. Allí, el fiscal puso énfasis en unas frases de Hermosilla.

Se trataba del cobro de un pago pendiente y que tenía como destino sobornar a un funcionario del Servicio de Impuestos Internos (SII).

El abogado sugirió conseguir $10 millones que se encontraban «morosos de pagar» desde el mes anterior al de la conversación.

La fina petición de dádiva

“Yo quiero que me dis (sic) lo máximo que me puedas dar”, señaló el fiscal Sepúlveda repitiendo los dichos de Hermosilla.

Agregó luego: “oye no me webeen (sic) póngame primero las 10 lucas que me deben de abril, listo perfecto”, reprodujo el persecutor.

Agregando luego: “ahora quiero que me diga lo máximo: cuatro ucranianas, tres polacas, dos argentinas y todas en pelota. Y todas haciendo no sé qué. La raja. Pero, además, me ponís un yate, me ponís langosta (sic)”.

Vergüenza, a lo menos

A continuación, el fiscal Sepúlveda concluyó que “es bastante categórico aquí Hermosilla en lo que pide puesto que, señala, el pago de esta suma de dinero para él involucra una contraprestación relevante. Él habla de exigirle lo máximo”.

“Y lo máximo lo ejemplifica -o lo categoriza- teniendo mujeres desnudas, por ejemplo. Entonces ese es el nivel de esto”, cerró.

Hay que dejar claro que de los dichos de Hermosilla, no aparece que quisiera para sí dichas dádivas, sino que para un tercero, funcionario público que pediría disfrutar de aquello, a cambio de una contraprestación ilegal.

La cara de Hermosilla, su abogado y parte de la audiencia presente, fue, a lo menos, de sorpresa por el nivel de la conversación y la dimensión de la transacción.

Puedes escucharlo Aquí

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