El ministro de Justicia, Luis Cordero, salió a defender al fiscal nacional, Ángel Valencia, y a la persecutora Lorena Parra, después de que la defensa de Luis Hermosilla, imputado por el caso audios, advirtiera que ambos hablaron con él por chat.
En la víspera, el abogado Juan Pablo Hermosilla -que representa a su hermano en la indagatoria- sostuvo que «fiscales de la causa tuvieron conversaciones mediante WhatsApp» con el también jurista, lo cual fue aclarado tanto por la Fiscalía Metropolitana Oriente como por el jefe del Ministerio Público.
Consultado sobre las acusaciones del defensor, Cordero relevó que «la Fiscalía Oriente emitió un comunicado donde explica y reconoce esos contactos, pero también señala que no se afecta la imparcialidad en su caso, y acredita dos o tres hechos con los cuales está asociado lo mismo».
«Se pretendió hacer lo mismo con el fiscal nacional -continuó-, que también ha reconocido contactos con el abogado Hermosilla, aunque en periodos anteriores, y en el último -tal como indica su comunicado- de julio de 2022».
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Para el ministro, «instalar la sospecha sobre las instituciones que están a cargo de la investigación criminal pueden ser ventajas de corto plazo», deslizando la posibilidad de que sea una estrategia de la defensa para beneficiar a Hermosilla, «pero pueden perjudicar seriamente a la institucionalidad pública en el largo plazo».
«Creo que las preguntas son legítimas, pero invito a no caer en una trampa, que es la intoxicación de la opinión pública», cerró el titular de Justicia.
En paralelo, hoy llegó a las dependencias de la Fiscalía Oriente el persecutor Mario Carrera, jefe regional de Arica, para asumir la investigación por los chats de Hermosilla con el exfiscal Manuel Guerra, donde abordaban el caso Penta cuando el último estaba a cargo de esa causa.
