La Cámara de Diputados, en uso de sus facultades, acuerda oficiar y solicitar a S.E. el Presidente de la República, don Gabriel Boric Font, presentar un proyecto de LEY CORTA que tenga como objeto asegurar la Pensión Garantizada Universal (PGU) en un monto de al menos de $250.000 pesos y la creación de un seguro de longevidad para la cuarta edad que permita eliminar la actual tabla de mortalidad.
En el escrito, los diputados recalcan que «El Gobierno del presidente Boric, impulsó en noviembre del 2022, una Reforma Previsional que se despachó en condiciones muy complejas desde la Cámara de Diputadas y Diputados. Reforma que se constituye como un anhelo, pero a la vez como un desafío a la capacidad de articulación de un acuerdo con el que podamos avanzar en una reforma que permita subir las pensiones ahora, pero que también se haga cargo de la reestructuración del sistema hacia uno mixto y más justo»
«En la época del Gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera se construyó un consenso político de que al 10% de cotización obligatoria, que se paga en la actualidad, se debe sumar un 6% adicional, cuya distribución era 3% y 3%. Uno a la cuenta de capitalización individual del afiliado, y el otro a un fondo común, solidario, que permitiera la colaboración intergeneracional. Pese a ello, hoy, la derecha retrocede a una posición rígida de no direccionar ningún recurso a solidaridad»
¿Qué hemos hecho sobre la materia? A casi un año después de la presentación de la Reforma del Presidente Boric, en octubre de 2023, la Bancada de Diputados PPD-Ind entregó a la ministra Jara una propuesta del “2-2-2”. Un 2% a cuenta de capitalización individual, otro 2% a un fondo solidario, y el otro 2% a un seguro de sobrevida (+85 años).
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La propuesta fue acogida parcialmente por el Ejecutivo en el marco de la votación de la Reforma Previsional en la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados en enero de este 2024. El acuerdo con el Gobierno, versa principalmente entorno a la creación de una nueva modalidad de Retiro Programado, pero que operaría hasta los 85 años con un seguro de sobrevida que se hace cargo de esta “cuarta edad”. Este último punto también fue acordado entre el Gobierno y los diputados de Demócratas.
En el seno del Senado, particularmente en las comisiones de Hacienda y Trabajo, lograron un protocolo de acuerdo para tramitar la Reforma de Pensiones, que será votada en general y en particular al mismo tiempo y que se “irán incorporando indicaciones que serán analizadas por una instancia técnica, conformada por representantes de los senadores y senadoras de la Comisión, así como del Ejecutivo”. El plazo máximo para despachar el proyecto del Senado es enero de 2025.
El protocolo también establece que la Reforma de Pensiones deberá, entre otras cosas, “incrementar el monto de las pensiones actuales y de quienes están próximos a pensionarse, que aún tengan bajas tasas de reemplazo, a través de un seguro social. Este beneficio, según el diagnóstico ampliamente compartido, será transitorio y debe estar focalizado en mujeres y en personas de alta densidad de cotizaciones”.
El presidente de la UDI, el diputado Guillermo Ramírez, señaló que lo que se acordó “fueron los plazos y la forma en cómo se va a tramitar el proyecto. Todavía no hay acuerdo en los temas de fondo”. También planteó que como oposición están de acuerdo con un seguro social en términos de mejorar las pensiones a las mujeres (el 1%).
No es posible seguir confundiendo a la ciudadanía con la expectativa de contar con una real reforma previsional. El Gobierno, progresivamente, ha ido renunciando a esta idea. He allí en donde debemos dar señales claras de avance, ante la incapacidad del sistema político de lograr un acuerdo conducente a mejores pensiones y un sistema más justo, no podemos seguir esperando.
Ninguno de los negociadores en esta instancia técnica del Senado, y especialmente el Ejecutivo, han instalado lo comprometido con esta Bancada en la Cámara de Diputadas y Diputados sobre una nueva modalidad de retiro programado con tablas de mortalidad acotadas.
EL COMPROMISO DE LA REFORMA DE PENSIONES CON LA PGU ES INSUFICIENTE
Se propone la introducción de un sistema con solidaridad contributiva: la persona sólo tiene derecho a la solidaridad de toda la masa de afiliados en la medida proporcional a lo que contribuya a esa misma masa. El incentivo para participar es muy grande. La propuesta del gobierno va en este sentido. Siempre y cuando, se logre un umbral apropiado de aporte a solidaridad.
La PGU es importante, pero insuficiente para estabilizar y perfeccionar el sistema de pensiones chileno. Dos aspectos adicionales. Un nuevo componente de solidaridad contributiva dispondría de recursos garantizados para pensiones porque son cotización, no impuesto. Esto quitaría presión a las finanzas públicas. Sus parámetros además se pueden cambiar en la medida de las necesidades. Hoy el problema es la generación que entró al mercado del trabajo en la gran crisis de 1982-87 y tiene una laguna previsional significativa que disminuye sus pensiones. Grandes crisis pueden volver a ocurrir. Necesitamos que el sistema esté preparado para responder adecuadamente. Necesitamos más instrumentos que la PGU.
PROPUESTA PGU
Con tal de no estar a sometidos a la nula capacidad de la clase política de lograr un acuerdo estructural en materia previsional, y la creciente necesidad y expectativa de la ciudadanía por hacerse con mejores pensiones, es que resulta totalmente atendible el separar la reforma estructural al sistema previsional de un eventual aumento de la Pensión Garantizada Universal, reajustándolo a la cifra de al menos de $250.000.
Lo anterior, a través de la provisión transitoria de los recursos en la Ley de Presupuestos para el 2025 y con un compromiso del Ejecutivo de presentar durante el primer semestre de 2025 un proyecto de ley que provisione los recursos de manera permanente.