Política

Secretario del Senado genera «guerra» entre funcionarios

Allan Santander

Periodista

Fotografía del secretario general del Senado, Raúl Guzmán.
A mediados de septiembre, la Corte Suprema ordenaba la reincorporación de Javier Norero, exfiscal del Senado, luego de ser despedido por el secretario general, Raúl Guzmán.

El 13 de septiembre de 2024, la Corte Suprema ordenaba la reincorporación de Javier Norero, exfiscal del Senado, al considerar que fue despedido de forma ilegal en noviembre pasado. Este anunció fue un duro revés para secretario del Senado, Raúl Guzmán.

Norero, que había trabajado en el Senado desde 2003, fue desvinculado el 29 de noviembre de 2023 por el secretario Guzmán por una supuesta «mala evaluación».

Después del fallo del máximo tribunal, la Federación de Asociaciones del Congreso Nacional (FEDACON) celebraba la reincorporación del exfiscal del Senado y acusaba en un comunicado que “desde el año 2019, hemos levantado alertas sobre una serie de vulneraciones en el Senado“.

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Y, señalaron que el secretario del Senado «ha actuado por encima de la ley y eludiendo todos los controles internos y externos“, cuestionando que Guzmán había utilizado medios como sumarios administrativos y evaluaciones de desempeño para «atacar a los funcionarios».

Bajo lo mismo, otro más de los que se sumaba a la fiesta era presidente de la ANEF, José Pérez Debelli, mencionando que “nos alegramos y saludamos este fallo que hace justicia con el exfiscal Norero, y reconoce la importancia de la confianza legítima en el Congreso Nacional”.

Aunque, la FEDACON y la ANEF fueron un paso más allá. No solo cuestionaron a Guzmán, también le exigieron dar «un paso al costado», pese a que el secretario general sigue manteniendo el apoyo de la mayoría de los senadores.

Cruce de opiniones

Los funcionarios de la Cámara Alta, sin embargo, no tienen una sola opinión sobre el caso de Javier Norero.

Algunos empleados del Senado cuestionaron la maniobra de la FEDACON. Otros, incluso, se cuadraron con el secretario general. Una docena de colaboradores, con décadas de servicio, expresaron su «preocupación por los ataques (…) al señor secretario general (…), agresiones que no compartimos, que consideramos injustas y que dañan a la organización».

Algunos, incluso, valoran la gestión de Guzmán: «Vemos que su misión es mejorar al Senado en todos sus ámbitos (…), compartimos plenamente la orientación y gestión del secretario (…). Su gestión ha logrado corregir la categoría a mucho personal (…) que llevaba años sin ascender».

Finalizan. «El trabajo que se encuentra realizando (…) debe respaldarse y no interrumpirse».

De manera paralela, la Asociación de Trabajadores del Senado (ATPS) manifestó su «fuerte descontento» hacia FEDACON, «tras una serie de exposiciones mediáticas» que «han distorsionado la realidad del clima laboral en la institución».

La ATPS, que agrupa el 49% de los funcionarios de la Cámara Alta, quiso llevar esta disyuntiva a los número mediante una «consulta interna»: El 48,9% de los asociados se pronunció por hacer un reclamo ante FEDACON frente a los «daños asociados». Y un 22.5% consideró necesario «tomar acciones legales» por lo ocurrido.

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