Deportes

El insólito momento que se vivió en duelo de La U y Coquimbo

Por Allan Santander

Periodista

Fotografía del partido entre Universidad de Chile y Coquimbo Unidos por Copa Chile
Foto: Agencia Uno
En un encuentro con riñas y suspenso hasta los descuentos, uno de los jugadores fue expulsado en dos oportunidades.

Fue una batalla sumamente reñida y con emociones hasta los descuentos. Durante la jornada de ayer, Universidad de Chile y Coquimbo Unidos se enfrentaron en un duelo de infarto para asegurar su boleto a la final de Copa Chile.

Pero, cuando todos pensaban que el partido se podría definir en penales (este torneo chileno no tiene tiempo de prórroga de 30 minutos) llegó el gol azul por parte de Luciano Pons a los 89 minutos.

Este tanto, no hizo más que encender los ánimos en el Estadio Nacional. El primero en perder la paciencia fue el delantero pirata Andrés Chávez. En una riña confusa, el jugador de Coquimbo Unido goleó y empujó a gran parte del plantel de La U.

Ante esto, al minuto 90+3, el arbitro del partido, Mathías Riquelme, decidió expulsarlo. Chávez, que seguía peleando con jugadores azules, fue retirado por su propios compañeros y miembros del cuerpo técnico.

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Sin embargo, ¿cómo se originó todo? Imágenes dan cuenta de un cruce de palabras entre el defensa de Universidad de Chile, Franco Calderón, y Andrés Chávez que provocaron un rugido en todo el estadio.

De hecho, esta situación también le hizo perder la paciencia a Calderón, quien fue expulsado cuatro minutos después que Chávez, por lo que se perderá la final de la Copa Chile.

Más tarde, el cuerpo arbitral sufrió la furia del delantero pirata, quien debió ser retiro –otra vez– por el cuerpo técnico de Coquimbo Unidos, sin antes recibir una insólita segunda tarjeta roja.

Sin embargo, Chávez siguió con su cometido y posterior a ser sacado por su equipo, volvió a ingresar a la cancha para gritarle con Gabriel Castellón, momento en donde hasta el juez de línea debió correr y sacar al jugador antes de que volviera a desatarse la pelea.

Después de este incidente, se jugaron los minutos que faltaban del partido, hasta que finalmente en el 90+14 el silbato de Riquelme dio por finalizado el encuentro. Con esto, entre riñas y peleas, el equipo de Gustavo Álvarez se asegura su boleto a la final de Copa Chile.

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