Los padres de Edson Olivares Díaz deseaban que su hijo tuviera un funeral en calma. Aún estaban lidiando con el dolor de haber perdido a su hijo de 25 años, a quien tuvieron que llevar al Hospital Padre Hurtado después de encontrarlo herido en su auto.
Edson había sido atacado con 65 disparos en La Pintana. La investigación del Ministerio Público sugiere que su muerte podría estar relacionada con un ajuste de cuentas debido a su posible implicación en el asesinato de un hincha de Colo Colo.
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Esta información fue compartida con el personal del cementerio Parque El Prado, en Puente Alto, donde la familia decidió enterrarlo tras el velorio en La Pintana.
DESPEDIDA DE EDSON
Edson era un barrista de Los de Abajo, la hinchada de la Universidad de Chile. Sus amigos querían honrarlo como un verdadero barrista.
En ese entorno, era conocido como «Bombazul», el apodo de su grupo de hinchas en la población Santo Tomás, en La Pintana. Por ello, se congregaron frente al Servicio Médico Legal para recibir su cuerpo, donde lanzaron fuegos artificiales y entonaron cánticos.
Esta dinámica continuó en el velorio el martes 29, lo que activó las alarmas en la Delegación Presidencial Metropolitana. Dada la naturaleza violenta de su muerte y la reacción en la barra, consideraron que se trataba de un funeral de alto riesgo, comúnmente referidos como «narcofunerales».
FUNERAL
Tanto el personal del cementerio como en la Delegación sabían que el 31 de octubre es un día complicado en los cementerios.
Fuentes de la Delegación Presidencial Metropolitana indicaron que intentaron persuadir a la familia para que el funeral se llevara a cabo el miércoles 30 a las 16:00, pero la familia optó por mantener el velorio un día más.
Por lo tanto, el cementerio se involucró en la organización del funeral y convenció a la familia de que se realizara el jueves, a primera hora, estableciendo la ceremonia a las 9 de la mañana.
CEMENTERIO
El cementerio también tuvo que prepararse para la llegada de cerca de mil asistentes, todos hinchas. Originalmente, el funeral estaba programado para el miércoles, pero al cambiarlo al jueves, tuvieron que cancelar varias actividades planificadas, como homenajes y misas.
El personal del cementerio tuvo que coordinar con la familia el momento del entierro para organizar la mañana del funeral.
El coronel de Carabineros Róbinson Villarroel, de la Prefectura Cordillera, explicó que ellos también necesitaban recopilar información de la familia. Su labor era crucial para garantizar que todo transcurriera sin incidentes, tratando de prevenir disparos y fuegos artificiales, que suelen estar asociados con este tipo de funerales.
PROCESIÓN
Durante la procesión, que comenzó a las 9 de la mañana del jueves en La Pintana, alrededor de 50 vehículos acompañaban la carroza que transportaba el cuerpo de Olivares.
Algunos ocupantes de los autos mostraban su presencia a través de las ventanas. La carroza fue seguida por personal de COP y radiopatrullas de Carabineros.
INCIDENTES
El primer incidente ocurrió cuando un vehículo de Canal 13, que cubría la caravana, fue atacado. Tres individuos se bajaron de uno de los autos frente a los periodistas y uno de ellos rompió uno de los espejos retrovisores del canal.
Al llegar al cementerio, Carabineros estableció un control riguroso en la entrada, permitiendo el ingreso solo de tres autos de la familia directa.
El resto tuvo que aparcar afuera y cada persona que ingresaba fue revisada, ya que se esperaba una afluencia de hasta 25 mil personas.
Incluso a las personas mayores se les realizó una revisión, pues, como explicó Villarroel, no es fácil diferenciar a un barrista de un civil. Por eso, se implementó un filtro en el que se verificaban los antecedentes de cada uno.
INGRESAR UN BOMBO AL FUNERAL
No obstante, surgió otro inconveniente cuando los hinchas intentaron introducir un bombo grande al cementerio.
Carabineros lo impidieron, argumentando que el ruido podría resultar molesto para los demás visitantes que estaban rindiendo homenaje a sus difuntos.
Esto provocó un pequeño enfrentamiento que fue controlado con un carro lanzaaguas.
ASISTENTES
A las 9:45 se permitió la entrada de todos los asistentes al funeral, que se llevó a cabo hasta las 12:30. En ese momento, el padre de Olivares solicitó que la tierra se arrojara rápidamente sobre el ataúd.
Alrededor de las 13:30, Carabineros identificó al individuo que había agredido el vehículo de Canal 13, un hombre de 26 años sin antecedentes penales.
Sin embargo, el auto en el que viajaba él y sus acompañantes tenía un informe de robo desde febrero de 2022.
EN GENERAL FUE TRANQUILO
Tanto Villarroel como el personal del cementerio destacaron que, en general, el funeral transcurrió con calma. No se registraron fuegos artificiales ni se encontraron armas de fuego en la entrada. Solo se reportó que los asistentes dañaron una parte de una pared de cemento. Además, se decidió ocultar todas las referencias a Colo Colo en las tumbas del cementerio para evitar conflictos.
Finalmente, se estima que asistieron entre 150 y 300 personas, una cifra mucho menor a las mil que se había previsto.
