Una estudiante iraní de la Universidad Azad de Teherán protagonizó una protesta inusual al desnudarse en el campus, en respuesta a un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad universitarias por no llevar el hiyab obligatorio.
Otros estudiantes captaron el incidente en video, y rápidamente se viralizó en redes sociales, generando un amplio debate sobre los derechos de las mujeres y las estrictas normas de vestimenta en Irán.
Informes indican que agentes de seguridad de la universidad abordaron a la joven por no llevar el «maghnaeh», una capucha-velo obligatoria en instituciones educativas iraníes. Durante el altercado, le arrancaron la ropa, lo que la llevó a desnudarse completamente en señal de protesta y a caminar en ropa interior por el campus. Luego, agentes vestidos de civil la detuvieron y, según la organización de Derechos Humanos Hengaw, la golpearon durante el arresto, causándole una hemorragia en la cabeza.
Las autoridades iraníes alegaron que la estudiante vestía de manera «inapropiada» y que, tras recibir advertencias sobre el código de vestimenta, optó por desnudarse en desafío. La agencia semioficial de noticias Fars informó que el personal de seguridad del centro entregó a la joven a la policía, que actualmente investiga el incidente.
Este suceso ha reavivado el debate sobre la obligatoriedad del hiyab en Irán y la represión hacia quienes desafían las normas impuestas.
MAHSA AMINI
La muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022, tras su detención por la policía de la moral por presuntamente no llevar correctamente el velo, desencadenó una ola de protestas lideradas por mujeres en todo el país. Desde ese momento, mujeres de toda Irán han encabezado manifestaciones recurrentes contra las restricciones de vestimenta y en defensa de sus derechos, enfrentándose a una intensa represión gubernamental.
Organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, han condenado la detención de la estudiante y han exigido su liberación inmediata, señalando que actos como este reflejan el creciente descontento de la población iraní, especialmente de las mujeres, frente a las restricciones impuestas por el régimen. La comunidad internacional observa con atención estos acontecimientos, que evidencian una sociedad en busca de mayores libertades y derechos fundamentales.
Este incidente pone de manifiesto la tensión existente en Irán entre las autoridades y una ciudadanía que clama por cambios profundos en materia de derechos humanos y libertades individuales. La valentía de la estudiante al desafiar públicamente las normas establecidas ha resonado más allá de las fronteras iraníes, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y en un llamado a la reflexión sobre la situación de las mujeres en el país.