El ejército de Israel confirmó este lunes un ataque en Damasco, capital de Siria, indicando que el objetivo era una sede de inteligencia de la milicia chií libanesa Hezbolá.
Este centro, según el comunicado militar israelí, opera en Siria con sistemas de recopilación y evaluación de información para Hezbolá.
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Los ataques de Israel a posiciones vinculadas a Hezbolá en Siria han sido frecuentes, intensificándose desde el inicio de la guerra de Gaza en octubre.
Horas antes, Siria había acusado a Israel de bombardear varias zonas al sur de Damasco, con informes de daños materiales en áreas civiles.
La agencia oficial siria SANA señaló que el ataque causó afectaciones en distintas áreas residenciales, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó que se efectuaron al menos tres bombardeos, uno de ellos en la región de Sayida Zeinab, al sur de la capital, donde la milicia libanesa mantiene presencia.
SERIE DE OPERACIONES DEL EJÉRCITO DE ISRAEL
El ejército israelí asegura que este ataque es parte de una serie de operaciones que se extienden también en el Líbano, comenzando con bombardeos masivos y una incursión terrestre desde finales de septiembre, con el objetivo de debilitar la capacidad de inteligencia de Hezbolá.
Además, las fuerzas israelíes informaron que, en operaciones previas, eliminaron en Beirut a Mahmud Mohamed Shahin, líder de la rama de inteligencia de Hezbolá en Siria, así como a Hasan Ali al Zaima, responsable de inteligencia del grupo.
En paralelo, al menos cinco personas fallecieron la semana pasada en un ataque de Israel contra almacenes de armas y centros de comando de Hezbolá en Al Quseir, cerca de la frontera libanesa.
Israel suele dirigir sus bombardeos en Siria contra objetivos de Hizbulá, la Guardia Revolucionaria iraní y otras milicias proiraníes aliadas del gobierno de Bashar al Asad.
Estos ataques, aunque buscan objetivos militares, han ocasionado bajas civiles, lo que incrementa las tensiones en la región.
Estos incidentes reflejan el contexto de escalada y la complejidad del conflicto en Oriente Medio, con Israel argumentando que sus operaciones buscan neutralizar amenazas de grupos que consideran terroristas, pero que a menudo se ubican en zonas densamente pobladas.