La noche de este sábado 16 de noviembre y durante esta mañana de 17 de noviembre Rusia lanzó un ataque masivo contra la infraestructura energética de Ucrania.
Según informó el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, el ataque fue perpetrado con el lanzamiento de 120 misiles y 90 drones, los que habrían llegado a todas las regiones del país.
Debido a estos bombardeos, habrían resultado cerca de siete personas fallecidas, mientras que aún no hay un número oficial de heridos, consignó la BBC.
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A través de un mensaje de Telegram, Zelensky comunicó que hubo «un ataque masivo combinado en todas las regiones de Ucrania. Durante la noche y la mañana, los terroristas rusos utilizaron drones de varios tipos. En total, unos 120 misiles y 90 drones. Nuestras fuerzas de defensa antiaérea destruyeron más de 140 objetivos aéreos».
Tras el ataque, el operador energético ucraniano, DTEK, informó cortes de electricidad en las regiones de Kiev, capital de Ucrania, en Donetsk y en Dnipropetrovsk. Además, la compañía señaló que el ataque causó «daños significativos» en sus plantas de energía.
El jefe de la diplomacia ucraniana, Andrii Sibiga, se refirió a los bombardeos como uno de «los mayores ataques» que ha perpetrado Rusia desde el inicio de la guerra, según recogió la DW.
En tanto, de acuerdo a la agencia rusa TASS, el Ministerio de Defensa ruso informó que sus fuerzas «atacaron la infraestructura de los aeródromos militares, las instalaciones de producción de gas y energía utilizadas para el trabajo de las empresas del complejo militar-industrial de Ucrania, un almacén de vehículos aéreos no tripulados, así como las acumulaciones de personal y equipo militar del enemigo en 144 zonas».
El ataque perpetrado en Mikoláyiv habría dejado dos personas muertas y otras seis heridas, entre las que están dos niños, comunicó el presidente Zelensky.