Tras una primera vuelta sin mayorías absolutas, los 2,7 millones de votantes en Uruguay regresan hoy a las urnas para decidir entre el izquierdista Yamandú Orsi y el oficialista Álvaro Delgado, los dos aspirantes más votados. Aunque Orsi parte con ventaja, la alianza de Delgado promete una contienda cerrada.
El próximo presidente de Uruguay, quien gobernará hasta 2029, será elegido para enfrentar una continuidad oficialista con Álvaro Delgado del Partido Nacional (PN) o un posible regreso de la izquierda liderado por Yamandú Orsi, del Frente Amplio ( FA).
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En la primera vuelta, el 27 de octubre, Orsi obtuvo un sólido 43,9%, pero no logró superar el 50% necesario para evitar el balotaje.
En tanto, Delgado alcanzó el 26,8%, asegurándose un puesto en la segunda vuelta gracias al respaldo de varios excandidatos, como Andrés Ojeda del Partido Colorado (16%) y Guido Manini Ríos de Cabildo Abierto. Estos apoyos han estrechado la contienda.
DILEMAS EN UN PAÍS DE ESTABILIDAD RELATIVA
El balotaje ocurrió en un contexto de moderada estabilidad política y económica en Uruguay, aunque persisten desafíos como la desigualdad, el alto costo de vida y el aumento de la criminalidad, vinculado en parte al tráfico de cocaína en los puertos del país.
Ambos candidatos comparten posturas moderadas en temas clave, como economía y cambio climático, aunque sus visiones sobre el rol del Estado y las estrategias de seguridad marcan claras diferencias.
YAMANDÚ ORSI: EL PROGRESISMO EN BUSCA DE UN RETORNO
Exintendente de Canelones y figura destacada del FA, Orsi aboga por un modelo de «izquierda moderna» centrado en un Estado de bienestar fuerte.
A sus 57 años, cuenta con el respaldo del expresidente José Mujica y promete políticas que reducirán las desigualdades, impulsarán el crecimiento económico y fortalecerán la seguridad social.
Orsi tiene una ventaja parlamentaria, ya que la FA obtuvo 16 de los 30 escaños en el Congreso. Esto podría facilitar su gobierno, de alcanzar la presidencia.
ÁLVARO DELGADO: CONTINUIDAD CON AJUSTES
Por su parte, Delgado, exsecretario de la Presidencia, representa la continuidad del modelo liderado por Lacalle Pou. Aunque promueve ajustes para avanzar en reformas económicas y de seguridad, busca mantener la estabilidad lograda durante la actual Administración.
Delgado propone ampliar los acuerdos comerciales, como el TLC con China, y reforzar la lucha contra el crimen organizada con medidas tecnológicas y más presencia policial.
El factor clave: los votantes indecisos
La clave del balotaje estará en los votantes de los partidos menores, quienes definirán si Uruguay continúa en su línea oficialista o regresa al progresismo del Frente Amplio.
Ambos candidatos llaman a la moderación, en una muestra de la excepcionalidad democrática que caracteriza a Uruguay en la región.
