Esta jornada, se dio a conocer que Claro Chile presentó una demanda en contra de Telefónica (dueña de Movistar). Debido a que, a su juicio, la empresa habría incurrido en competencia desleal, específicamente en dos tipos de conducta.
Una de ellas apunta a un presunto entorpecimiento por parte de Movistar para la realización de un nuevo concurso para la red 5G.
Mientras que el segundo trata sobre supuestos movimientos para evitar la portabilidad de clientes desde Movistar a Claro, según consigna el Diario Financiero.
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SERVICIOS 5G
Respecto al primer punto, Claro sostiene en su demanda que entre el 2018 y 2024, la empresa de capitales españoles (Telefónica) desarrolló una serie de acciones legales.
Las cuales, fueron «con el fin de proteger y aumentar su clientela, y evitarse tener que incurrir en inversiones para competir».
De esta manera, afectaron la intensidad competitiva dentro del mercado y así perjudicando «a Claro y sus consumidores».
Según la empresa, todo empezó en 2018 con una consulta de Telefónica ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), respecto a la ejecución de algunas normas técnicas de la Subtel.
Lo anterior, con el objetivo de evitar que Claro hiciera uso de su antigua concesión de 3.5GHz para servicios 5G, detalla DF.
Otros movimientos similares, entre recursos administrativos, consultas y procedimientos ante el TDLC, fueron realizados por Telefónica en 2020 y 2022. Esto, con el presunto objetivo de no permitir, desplazar o retrasar la participación de Claro en el mercado del 5G.
COMPETENCIA DESLEAL
Por otro lado, Claro sostiene que la empresa española incurrió en maniobras ilícitas para afectar los procesos de cambios de compañías por parte de los clientes (portabilidad).
Respecto a ello, Claro explicó que tras una revisión de este tipo de procesos en noviembre de este año, «se presentó una tasa extremadamente alta e irregular de rechazo» desde Movistar. El cual, alegó la existencia de deudas de clientes, a quienes esto no les permitía cambiarse de servicio.
«Lo normal es que se observe un promedio de 10% de rechazos, pero alcanzó el 37% en noviembre de 2024. Y mantuvo en niveles inexplicablemente elevados durante los días siguientes, a pesar de habérsele informado de esta situación a Movistar», sostuvo la empresa.
Por último, para la firma mexicana existe «una evidente intención de desviar la clientela de la compañía» mediante esta supuesta retención indebida.
Conductas que, a juicio de Claro, «no solo atentan contra la libre competencia, sino también infringen el Reglamento de Portabilidad y vulnera la Ley sobre Protección de los Derechos de los Consumidores».
Por todo ello, es que esperan que con esta demanda la competencia en el sector se realice bajo términos legales. Además, que Telefónica ponga término a «sus ardides y abusos del derecho a acciones», rescata el medio especializado.