La transición española a la democracia, después de la dictadura franquista (donde no existía ningún Partido Político), implicó en un primer momento el resurgimiento de varios movimientos que se plantearon como alternativa ante los ciudadanos.
Pero después del efímero Adolfo Suárez. Se afianzan dos grandes Partidos con representación nacional: el Partido Socialista Obrero Español PSOE (centro izquierda) y el Partido Popular (centro derecha).
LA EXITOSA TRANSICIÓN CHILENA
Algo similar ocurrió en Chile; en un primer momento la Concertación (al principio 17 partidos) era tributaria desde una pequeña centro derecha hasta el Partido Socialista de Núñez. O sea un vasto arco Político.
Al poco tiempo decantó en no más de 4 conglomerados.
Por su parte la derecha era básicamente la UDI y Renovación Nacional.
Todo ello en clave binominal dio a Chile los mejores años en términos de disminución de la pobreza, progreso de vastos sectores y acceso a una serie de nuevos bienes y servicios.
El crecimiento económico en el gobierno de Aylwin tuvo un promedio de 5 puntos. Hoy hace rato crecemos entre el 1,5 y 2 por ciento.
¿Cuánto influye en ese mediocre crecimiento la existencia de más de 21 partidos y movimientos en el Congreso?: Bastante. Los presidentes Aylwin, Frei RT, Lagos y Bachelet uno, debían llegar a acuerdos con 6 o 7 dirigentes de partidos con representación parlamentaria.
Resultado; se avanzaba, a veces lento, pero se progresaba.
¿Qué tenemos hoy?; más de 21 «partidos» en el Congreso. Desde algunos con 2 o 3 diputados. Que en definitiva se manejan como una especie de Pymes, ya que el Estado financia la actividad política en base a los votos obtenidos en cada elección.
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Lo anterior sin considerar el discolaje. Es decir, aquellos legisladores que se eligen al amparo de un partido, pero que a poco andar se declaran «independientes» o intentan formar un «nuevo» conglomerado. Con sus 3 o 4 amigos cercanos o familiares.
Ejemplos abundan: Unión de Centro Centro, Partido de la Gente, el MAS, Amarillos, Igualdad, entre otros.
La ex figura de la Concertación indicó que «soy del PPD, y creo que no hay ninguna razón por la cual tiene que seguir solo: tiene que hacer un único partido con socialistas, liberales, radicales, para una gran socialdemocracia moderna. De otra manera desapareces«.
Un mecanismo que Eyzaguirre sugiere para ese objetivo es que, «si en la primera vuelta (presidencial) un candidato tiene 40%, y el siguiente está al menos a 10 puntos de distancia, esa persona sea elegida directamente Presidente«.
Dado que «incentiva a que se agrupen muchos partidos para lograr ese 40%, y en cambio, la segunda vuelta fomenta la dispersión, porque todos apuntan a llegar segundos».
El ex ministro José Antonio Gómez (Partido Radical) matizó que «es importante buscar fórmulas de fortalecer la democracia, que se evite la dispersión, la atomización.
El punto, en mi opinión, es que no es un tema que deba enfrentarse sólo respecto de cómo logro partidos más grandes. La idea es mejorar la política, que yo creo que es mucho más importante».
«En el caso de la dispersión de votos, me preocuparía -por ejemplo- de permitir que haya federaciones antes o después. Que los partidos chicos se puedan juntar si es que no lograron el total de la votación, pero si tienen el 5% (de umbral electoral) que están planteando» los senadores en su propuesta.
OPINIÓN DESDE LA DERECHA
La directora ejecutiva de Libertad y Desarrollo, Bettina Horst, reconoció que la propuesta no me convence, y creo que no soluciona los temas de fondo».
Además, indicó que «hay un tema que no se ha planteado, que es el financiamiento» de las campañas políticas.
«Así como comulgo con la idea de poner un porcentaje mínimo para acceder al Parlamento».
También (debería haber) un porcentaje mínimo de votos para recibir aportes estatales«,
Tomando en cuenta que en el último tiempo «se ha acuñado el concepto de ‘partidos tipo pyme’, que con muy poca votación reciben recursos y meten mucho ruido, más allá de contribuir a la democracia».
En tanto, si bien el Político y ex ministro Cristián Monckeberg (RN) cree que «el esfuerzo de haberla presentado está bien».
Advirtió que «esta reforma parte mal si es que no se conversa con todo el mundo, y no se palabrea», pues varios dicen que se enteraron por la prensa.
