El 1 de diciembre, la vida de Pedro Pablo Perlaza, futbolista ecuatoriano de 33 años, dio un giro inesperado cuando fue secuestrado en su ciudad natal, Atacames, en la costa norte de Ecuador. Junto a su compañero, Juan Carlos Morales, Perlaza fue interceptado por delincuentes, quienes lo subieron a la fuerza a un vehículo mientras caminaba por el malecón local. Este secuestro desató una ola de preocupación entre familiares, amigos y fanáticos del jugador.
EL OPERATIVO POLICIAL
El pasado miércoles, la policía ecuatoriana confirmó el rescate de Perlaza y su acompañante, tras una operación en el balneario de Atacames. El coronel Diego Velasteguí, jefe policial de la región, explicó que las unidades de rescate fueron recibidas a balazos por los secuestradores. “Las víctimas están con vida, lo cual es lo más importante”, aseguró el oficial. Después de un tiroteo, los delincuentes huyeron, y las fuerzas del orden lograron liberar a los secuestrados.
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El secuestro de Perlaza se enmarca en un contexto de creciente violencia en Ecuador, que en 2023 alcanzó tasas alarmantes de homicidios. La inseguridad ha golpeado con fuerza al país, y el fútbol, que solía ser un refugio de esperanza y alegría, también se ha visto afectado por estos hechos. Tras el secuestro, circuló la noticia de que dos cuerpos habían sido hallados en la misma área, lo que incrementó la preocupación por el destino de las víctimas. Afortunadamente, el rescate confirmó que Perlaza y su amigo seguían con vida.
«ESTAMOS CON VIDA»
Una vez liberado, Perlaza expresó su alivio y agradecimiento a la Policía Nacional de Ecuador. «Es algo de volver a vivir y seguir para adelante», comentó el jugador, aún visiblemente afectado por la situación. También dedicó unas palabras a las autoridades: “Le agradezco a la Policía Nacional, buen trabajo y disculparán”.
El futbolista, que recientemente jugó en el Delfín FC, ha tenido una exitosa carrera en Ecuador, pasando por equipos como Independiente del Valle, Barcelona SC y Liga de Quito. También tuvo un breve paso por la selección ecuatoriana en 2022, lo que lo convirtió en un referente para muchos. Tras su liberación, destacó que lo más importante es estar con vida, un sentimiento compartido por todos los que lo esperaban en su hogar.
UN FUTURO INCIERTO
A pesar de la pesadilla vivida, Perlaza se ha mostrado esperanzado de retomar su carrera futbolística. El Delfín, equipo en el que juega actualmente, espera poder contar con su experiencia una vez que se recupere completamente del trauma. La historia del jugador ecuatoriano es un recordatorio de la fragilidad de la vida. Pero, también de la fortaleza que pueden mostrar las personas ante situaciones extremas.
Este rescate nos deja, además de alivio, una reflexión sobre la seguridad en Ecuador, un país marcado por la violencia, donde a veces ni las figuras públicas como Perlaza están a salvo.
Mientras tanto, el futbolista ecuatoriano valora cada día con su familia, afirmando que «lo importante es que estamos con vida». Un testimonio de esperanza y resiliencia.