Un operativo que incluyó a oficiales de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), el FBI en Newark y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, culminó con que fueron detenidos en el aeropuerto de Nueva Jersey diez chilenos, un colombiano y un peruano que conformaban «un grupo de ladrones sudamericanos» .
Todos están a la espera de su deportación.
Varios de los detenidos chilenos ingresaron ilegalmente al país, mientras que otros violaron los términos de su admisión.
Entre los cargos que enfrentan están robo, allanamiento de morada, hurto mayor, uso ilegal de tarjetas de crédito y falsificación.
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El ciudadano colombiano, en tanto, ingresó como menor de edad en 2017 y está acusado de delitos graves, como asalto con un arma peligrosa, descarga de un arma de fuego y posesión de sustancias controladas.
Por último, el ciudadano peruano fue detenido tras ingresar al país sin inspección ni libertad condicional.
Los cargos de los detenidos varían entre delitos graves y menores en múltiples estados, incluidos Florida, Massachusetts, California, Utah, y Nueva Jersey.
«LADRONES SUDAMERICANOS»
Los delincuentes detenidos en Nueva Jersey fueron apresados por cargos relacionados con inmigración entre el 1 de octubre y el 19 de noviembre.
Las autoridades tienen los tienen identificados por su capacidad para utilizar tecnologías avanzadas para identificar que les permiten atacar a sus víctimas. Han causado estragos en las comunidades locales.
«Las personas asociadas con los grupos de robo de América del Sur están bien capacitadas para investigar y atacar a sus objetivos inmediatamente después de ingresar a los EE. UU.», detalló John Tsoukaris, director de la oficina de campo de la Fuerza de Operaciones de Deportación (ERO) Newark.
«Estamos utilizando todas las herramientas disponibles para frustrar a los grupos de ladrones sudamericanos que rondan por Nueva Jersey y que están teniendo un impacto devastador en los negocios locales», apuntó Nelson I. Delgado, agente especial a cargo interino del FBI en Newark.
Agregó que la cooperación entre las agencias ha sido fundamental para detener estas actividades delictivas y prometió que los esfuerzos continuarán hasta eliminar la amenaza.
