En la actualidad, el consumo de fentanilo, un opioide sintético altamente adictivo, se ha convertido en una preocupación de salud pública en el país.
De hecho, según datos entregados por el Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (CITUC), recogidos por El Mercurio, hasta noviembre de este año se registraron 11 intoxicaciones. Con ello, se iguala el total de casos reportados en todo 2023.
Junto con ello, el CITUC reveló un aumento constante en los últimos años. En 2019 hubo seis casos, cifra que subió a siete en 2020 y en 2022.
Cabe señalar que este incremento coincide con la expansión del tráfico de fentanilo farmacéutico, utilizado en hospitales para el manejo del dolor. También, con el hallazgo de su versión sólida, conocida como «droga zombie», durante un operativo policial.
Según reportan, el peligro del fentanilo radica en su potencia, debido a que es 100 veces superior a la de la morfina, lo que incrementa el riesgo de adicción y muerte.
«Es una droga que, al establecerse en el mercado, podría tener un impacto devastador, similar al observado en Estados Unidos, donde causa más de 100 mil muertes al año», advirtió el fiscal regional Cristián Crisosto en un informe del Ministerio Público dado a conocer a inicios de diciembre.
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CRIMEN ORGANIZADO
La Fiscalía Nacional señaló que el narcotráfico en Chile está diversificándose hacia las drogas sintéticas, entre ellas el fentanilo. De hecho, según su análisis, el interés del crimen organizado en introducir esta sustancia plantea riesgos significativos.
Cabe recordar que un reciente informe de Contraloría reveló la desaparición de 179 ampollas de fentanilo y casi 100 de morfina desde las bodegas de Carabineros. Esto llevó a una investigación del Ministerio Público.
«El control deficiente en el almacenamiento de estos insumos permite riesgos como el extravío o el tráfico», indicó el informe.
Frente a esto, expertos y autoridades han subrayado la necesidad de fortalecer los sistemas de control, prevenir el consumo y combatir la distribución ilícita.
La fiscal regional de Ñuble, Nayalet Mansilla, enfatizó que «el tráfico de drogas genera una cascada de delitos violentos que agravan la seguridad pública en Chile».