El reciente lanzamiento del libro Parásitos mentales de Axel Kaiser, presidente de la Fundación para el Progreso, generó gran controversia debido a las similitudes con la obra La mente parasitaria del autor libanés-canadiense Gad Saad.
Ambas publicaciones comparten una portada similar, con una ilustración de un cerebro plagado de gusanos y larvas, y frases escritas alrededor, lo que rápidamente despertó sospechas de plagio entre los seguidores de Saad.
La acusación fue lanzada por el propio Gad Saad, quien, a través de Twitter, expresó su indignación. “Me he enterado de que alguien ha cometido un robo masivo de mi propiedad intelectual. Es simplemente asombroso que la persona en cuestión pueda ser tan descarada al respecto. Estén atentos”, escribió. Sin mencionar directamente a Kaiser, pero dejando claro el blanco de su crítica.
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KAISER DEFIENDE SU LIBRO
Rápidamente, la comunidad en línea vinculó las palabras de Saad con el libro de Kaiser. Esto llevó a que el autor chileno saliera a defenderse públicamente.
En un post en Twitter, Kaiser explicó. “Mi libro le atribuye a él el concepto, lo cita ya en la introducción. El contenido es totalmente distinto, no tiene nada que ver, salvo marginalmente en un solo capítulo”.
Además, explicó que el título y los aspectos gráficos fueron revisados por su editorial, Planeta, que también publica las obras de Saad. Y, que no se encontró ninguna infracción a los derechos de propiedad intelectual.
SE RESUELVE LA CONTROVERSIA
Según el portal Ex-Ante, el libro de Kaiser cita a Gad Saad en tres ocasiones en la introducción, pero el contenido se aparta significativamente del enfoque de La mente parasitaria. Especialmente en el tratamiento del tema de la «Diversidad, Equidad e Inclusión».
Además, Kaiser envió un correo electrónico a Saad para informarle que su libro lo citaba explícitamente, y el autor canadiense respondió aclarando que si los créditos estaban claramente mencionados, no habría problema.
A pesar de la controversia inicial, parece que la situación se ha resuelto, con ambas partes aclarando sus posiciones. No obstante, el incidente dejó una reflexión sobre las delgadas líneas entre la inspiración y el plagio en el mundo editorial.
It has come to my attention that someone has engaged in a MASSIVE theft of my intellectual property. It is simply astounding that the person in question could be so brazen about it. Stay tuned.
— Gad Saad (@GadSaad) December 10, 2024