La U atraviesa una crisis. La Universidad de Chile vive una jornada compleja mientras da inicio a su pretemporada de cara a un 2025 lleno de desafíos. El equipo dirigido por Gustavo Álvarez deberá disputar tres competiciones: la Copa Chile, el Campeonato Nacional y la Copa Libertadores. Sin embargo, un nuevo problema fuera de la cancha ha puesto en jaque la estabilidad del club.
LA INCERTIDUMBRE CRECE
El 15 de noviembre, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ordenó la suspensión de los fondos destinados a la concesionaria Azul Azul. La razón, según el organismo, son “deficiencias” detectadas en la gestión financiera de Sartor. Esta decisión ha sacudido los pasillos del Centro Deportivo Azul, donde la preocupación comienza a apoderarse de la dirigencia y el cuerpo técnico.
«En palabas simples: La CMF ‘congeló’ los fondos de Sartor porque detectó que estaba invirtiendo en los negocios asociados a sus propios dueños», detalla El Mercurio.
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La situación financiera podría tener consecuencias directas en la cúpula directiva de La U. Según el citado medio, en el club se empieza a especular sobre la posibilidad de que esta crisis obligue a realizar cambios en la estructura de liderazgo, incluida una posible salida del presidente de Azul Azul, Michael Clark.
Esta incertidumbre ha generado un ambiente de inestabilidad en la alta dirigencia del club, lo que podría complicar aún más la planificación deportiva para el año venidero.
UN SOLO REFUERZO
Mientras el futuro institucional se tambalea, la U no puede darse el lujo de descuidar su preparación para los exigentes desafíos de 2025. Hasta ahora, el único refuerzo confirmado para la temporada es Julián Alfaro, delantero proveniente de Magallanes.
Sin embargo, el club sigue buscando un centrodelantero de renombre para completar el plantel y poder competir con garantías en los tres frentes mencionados. Además de la delantera, la U también necesita reforzar otras posiciones clave en el campo.
Con el inicio de la pretemporada ya en marcha y las dudas que rondan sobre su estabilidad institucional, la Universidad de Chile enfrenta un panorama complicado, tanto a nivel deportivo como dirigencial. Todo dependerá de cómo se resuelvan estos conflictos fuera de la cancha para que el club pueda concentrarse en los desafíos que se avecinan.