La U podría perder su nombre. Una nueva crisis institucional sacude al Club Universidad de Chile luego de que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) revocara la autorización de funcionamiento de Sartor Administradora General de Fondos (AGF), la entidad vinculada a Azul Azul, la concesionaria que gestiona al equipo.
Esta decisión ha generado gran incertidumbre, ya que pone en riesgo la identidad del club, al implicar la posibilidad de que pierda el derecho al uso de su nombre y emblema, dos símbolos fundamentales para su historia.
REVOCACIÓN DE SARTOR
Según informaron fuentes oficiales de la Universidad de Chile a CNN Chile, la revocación de la autorización de Sartor AGF y la designación de un liquidador para disolver la administradora han puesto en alerta a la casa de estudios, que sigue de cerca los acontecimientos.
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Aunque el club no tiene una relación de propiedad directa con Azul Azul S.A., el impacto de esta medida podría afectar su vínculo con la concesionaria y, por ende, la estabilidad de su gestión.
La U ha aclarado que el principal accionista de Azul Azul es el “Fondo de Inversión Privado Tactical Sport”, el cual no está administrado por Sartor AGF. Sin embargo, la situación de la administradora revocada genera dudas sobre el futuro del club, ya que podría haber implicancias legales y administrativas sobre la concesión.
RIESGO DE PERDER LA IDENTIDAD
Más allá de las complicaciones económicas y administrativas, el tema que más preocupa a la Universidad de Chile es la posible afectación a su identidad institucional.
En su comunicado, la casa de estudios destacó que la transparencia y los principios éticos son fundamentales en la administración del club. Por este motivo, la Universidad está investigando los antecedentes de la resolución de la CMF, con el fin de evaluar las consecuencias de la sanción.
En este sentido, el uso del nombre y los símbolos del club podría quedar en entredicho si se determina que no son compatibles con los valores de la Universidad.
De materializarse esta situación, el Club Universidad de Chile podría perder uno de los pilares de su identidad, lo que representaría un golpe severo no solo en lo deportivo, sino también en su relación con los hinchas y la comunidad universitaria.
UN FUTURO INCIERTO
El futuro inmediato de la Universidad de Chile es incierto. Mientras el club y la Universidad trabajan en una solución, el proceso de investigación podría desencadenar una revisión profunda de la concesión de Azul Azul, y si se determina que los principios éticos no se han respetado, la Universidad podría decidir dar un paso atrás en su vinculación con el club.
En caso de que se llegue a la conclusión de que el uso del nombre y los símbolos de la U no son compatibles con los valores institucionales, se abriría la posibilidad de que el club pierda su derecho a utilizarlos. Esto no solo afectaría su identidad, sino también su imagen ante los hinchas y el público en general.
