Nissan y Honda anunciaron su intención de fusionarse para crear el tercer mayor fabricante de automóviles del mundo por ventas, en un momento de transformación para la industria automotriz debido a la transición hacia vehículos eléctricos y la creciente competencia china.
Mitsubishi Motors, socio de Nissan, también participará en las negociaciones, según un memorando de entendimiento firmado este lunes.
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La unión busca competir con gigantes como Toyota y Volkswagen, mientras los fabricantes japoneses intentan recuperar terreno en el sector eléctrico, donde han quedado rezagados.
Los fabricantes chinos, como BYD y Nio, están ganando cuota de mercado con vehículos eléctricos excesivos, intensificando la presión sobre las empresas tradicionales.
Desde agosto, Nissan, Honda y Mitsubishi ya colaboran en el desarrollo de baterías y software para conducción autónoma.
Una fusión fortalecería esta alianza, permitiendo reducir costos y acelerar la innovación.
Según Sam Fiorani, de AutoForecast Solutions, Honda podría beneficiarse de la experiencia de Nissan en baterías y vehículos eléctricos, mientras que Nissan ampliaría su presencia en segmentos no cubiertos por Honda.
FUSIÓN EN MOMENTOS COMPLEJOS
Sin embargo, la fusión llega en un momento complicado para Nissan, que recientemente anunció despidos y reorganización de su liderazgo tras pérdidas financieras.
Fitch Ratings rebajó su perspectiva crediticia a “negativa”, aunque destacó su estructura financiera sólida.
Además, los rumores indican que Foxconn, el gigante taiwanés, mostró interés en adquirir Nissan, lo que habría acelerado las conversaciones con Honda.
Por su parte, Honda enfrenta retos propios, con una caída del 20% en ganancias durante el año fiscal debido a la disminución de ventas en China.
Una fusión con Nissan podría reforzar su posición frente a competidores globales.
A pesar de la magnitud del acuerdo, Toyota seguiría liderando la industria japonesa, con una producción de 11,5 millones de vehículos en 2023, muy por encima de las cifras combinadas de Honda, Nissan y Mitsubishi.
Esta posible fusión refleja la necesidad de adaptarse a un mercado automotriz en rápido cambio, marcado por la electrificación, la competencia global y los retos económicos. El éxito dependerá de su capacidad para integrar recursos y estrategias en un entorno desafiante.
