películas. Si existe un ejercicio periodístico entretenido, ese es ayudar a elaborar diversos y estrambóticos ránquines al final de cada año.
Intentamos hacer una tabla con las cinco mejores películas iberoamericanas de este movido año que está próximo a terminar.
5. PEDRO PÁRAMO
Director Rodrigo Prieto
Adaptar la gran novela de Juan Rulfo es un desafío que Rodrigo Prieto, el fotógrafo de Babel, Amores Perros y 21 Gramos, los clásicos de González Iñárritu. Toma con valentía y sensatez.
La cinta, con sólidas actuaciones de Manuel García Rulfo como Pedro Páramo y Tenoch Huerta como Juan Preciado, logra capturar la atmósfera onírica y melancólica de Comala. Entregando un homenaje emocional a la obra que definió el realismo mágico en la literatura iberoamericana
4. CUANDO ACECHA LA MALDAD. Director Demián Rugna
Es una de las películas de terror más impactantes de Argentina y un referente del género.
La trama sigue a dos hermanos (Ezequiel Rodríguez y Demián Salomón) que, al intentar evitar que un hombre poseído desate su mal, terminan acelerando una catástrofe que amenaza con extenderse más allá de su pequeño pueblo.
La películas mantiene al espectador en constante tensión, mientras desarrolla un ambiente opresivo e inquietante. Con un enfoque visceral, Rugna eleva el género al mezclar elementos clásicos del horror con una atmósfera profundamente argentina, utilizando los paisajes rurales como un escenario cargado de simbolismo.
lea también: Cerró El Hoyo de Estación Central: deterioro del barrio lo complicó
3. MEMENTO MORI. Director Fernando López Cardona
Inspirada en la frase latina “recuerda que morirás”, este filme colombiano es un viaje existencial y surrealista que combina influencias de Tarkovski, Buñuel y Lynch.
La trama sigue a un animero (César Badillo) en un peligroso recorrido para traer paz a un alma en pena, en una obra que explora la violencia y la espiritualidad con una fotografía sublime y un relato sobre la muerte y los fantasmas.
2. LA HABITACIÓN DE AL LADO (THE ROOM NEXT DOOR). Director Pedro Almodóvar
El primer largometraje en inglés de “El rey de la movida” es una obra humanista que aborda el derecho a morir dignamente, pero con la sensibilidad y el estilo que han caracterizado al cineasta manchego.
Inspirada en la novela Cuál es tu tormento de Sigrid Nunez, esta película, ganadora del León de Oro en Venecia, reúne a Tilda Swinton y Julian Moore en un tándem actoral brillante.
Se explora los límites de la amistad, el duelo y la autonomía individual frente a la muerte. Con una fotografía y dirección de arte vibrante, cortesía de Eduard Grau y Bina Daigeler. La película transforma el tema de la muerte en una experiencia visualmente hermosa y emocionalmente resonante, donde cada color y cada encuadre realzan los dilemas.
Almodóvar construye un retrato conmovedor que invita a una reflexión sobre la vida, la muerte y el poder de decidir cómo enfrentarlas.
1. EN BUSCA DE EMILIA PÉREZ. Director Jacques Audiard
En un año en el que se estrenaron varios musicales (las bien logradas The Color Purple y Mean Girls, y las malogradas Joker: Folie à deux y The End).
La cinta del experto director de Un Profeta, Deephan y Rust & Bone se lleva los laureles con el perdón de la primera parte de Wicked. Audiard, conocido por su habilidad para explorar la condición humana en contextos sociales extremos. Da un giro radical hacia el musical, combinando crimen, identidad de género y melodrama en un escenario mexicano delirante.
La cinta se apoya en una premisa tan extravagante como fascinante en la que el jefe de un cartel decide convertirse en mujer, explorando así temas de identidad y redención con una profundidad inesperada.
La historia, aunque abarca territorios cargados de violencia y tensión. Encuentra equilibrio en los musicales, que actúan como un medio para ahondar en las emociones y no como simples distracciones estilísticas (¡escucha eso, Joker 2!).
La interpretación de Karla Sofía Gascón como Juan/Emilia es conmovedor y merece un Óscar.
Su transición de un capo implacable a una mujer que busca reconciliarse con su pasado es conmovedora y compleja, anclando emocionalmente una historia que en manos menos hábiles podría haber caído en la caricatura. Junto a ella, Zoe Saldana nos ofrece otra actuación digna de Óscar, especialmente en los momentos donde la vulnerabilidad y la fuerza de su abogada emerge en medio del surrealismo del musical.
Emilia Pérez no teme arriesgarse con un tono grandilocuente que puede desconcertar, pero que está cuidadosamente construido. Audiard entiende cómo integrar estos elementos sin caer en lo pretencioso.