Cientos de cristianos se congregaron este lunes en las calles de Damasco, Siria, para protestar por la quema de un árbol de Navidad, un acto que se interpretó como un ataque directo contra su comunidad.
El incidente, ocurrido durante la madrugada, generó indignación y temor entre los residentes, quienes consideran el hecho una amenaza a la convivencia religiosa en la región.
Lea también: Miles de sirios marchan exigiendo una transición pacífica
La manifestación incluyó cánticos religiosos y portación de pancartas con mensajes de unidad y tolerancia. «Esto no es solo un ataque a un símbolo cristiano, sino a la armonía entre las comunidades de Siria», expresó un líder religioso local durante la protesta.
En ese contexto, las autoridades sirias iniciaron una investigación para identificar a los responsables del incidente, aunque hasta el momento no se han anunciado detenciones.
En un comunicado, el gobierno condenó el acto como una provocación destinada a avivar tensiones sectarias en un país que, pese a años de conflicto, se esfuerza por preservar su diversidad religiosa.
SOLIDARIDAD DE OTRAS RELIGIONES
Líderes de otras confesiones religiosas también expresaron su solidaridad con la comunidad cristiana, destacando la importancia de la unidad frente a actos que buscan dividir a la sociedad.
Por su parte, los manifestantes cristianos en Damasco solicitaron medidas concretas para proteger los lugares de culto y las tradiciones religiosas, especialmente durante las festividades navideñas.
El árbol de Navidad quemado se encontraba en una plaza pública y era parte de las decoraciones comunitarias que simbolizan la esperanza y la reconstrucción tras años de conflicto en Siria. La comunidad cristiana, aunque minoritaria, juega un papel importante en el tejido social y cultural del país.