El fútbol chileno sigue sumido en una crisis institucional tras la reciente reunión entre el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) y la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), que no logró resolver las tensiones generadas por la propuesta de la ANFP de limitar la Segunda División a futbolistas Sub 23.
Este cambio, aprobado por el Consejo de Presidentes, ha sido el principal detonante de la paralización de actividades que continúa afectando a la categoría, y que podría extenderse si no se alcanzan acuerdos.
«NO NEGOCIAMOS NUESTRA POSTURA»
Gamadiel García, presidente de Sifup, llegó a la reunión con una carpeta llena de argumentos para respaldar la postura del gremio, que ha sido firme desde el principio. La implementación de la medida de limitar la Segunda División a jugadores Sub 23 es ilegal y discrimina a los futbolistas, violando su derecho a la libertad de trabajo.
García subrayó que la Dirección del Trabajo ya se había pronunciado en contra de esta decisión, lo que refuerza su postura.
Lea también: Crisis en la 2D: Dirección del Trabajo tumba regla Sub 23
A pesar de la voluntad de diálogo de parte de Pablo Milad, presidente de la ANFP, y otros directivos de la entidad, García dejó claro que el sindicato no se movería de sus exigencias.
«Este tema está cerrado para nosotros. Exigimos una Segunda División libre, sin restricciones de edad, y tenemos 11 puntos que vamos a seguir defendiendo hasta que se resuelvan», afirmó el dirigente gremial.
PETITORIO DEL SIFUP
Además de la exigencia de una Segunda División sin limitaciones de edad, Sifup presentó un petitorio con 11 demandas, que incluyen la garantía de contratos laborales de al menos 11 meses para los jugadores de Primera B y Tercera División.
También, la extensión automática de los contratos en caso de lesiones graves, y una reducción a cinco de los cupos de jugadores extranjeros por equipo.
El gremio también expresó su oposición a la medida de eliminar el descenso en la Primera B para la temporada 2025.
EL DISCURSO DE LA ANFP
En contraposición, Milad adoptó una postura más conciliadora, sugiriendo que la crisis podría resolverse mediante una nueva discusión en el Consejo de Presidentes.
Sin embargo, fue claro en que modificar lo decidido por el Consejo no sería sencillo y requeriría la aprobación de los clubes, lo que sigue siendo un punto de fricción entre la ANFP y Sifup.
UN MAPA DIVIDIDO
La situación se complicó aún más cuando los clubes de la Segunda División, que habían impulsado la medida de la categoría Sub 23, emitieron una declaración de principios en la que acusaron al Sifup de deslegitimar sus esfuerzos.
Los clubes señalaron que la Segunda División enfrenta graves problemas económicos y administrativos, lo que les impide competir en igualdad de condiciones con las otras categorías del fútbol chileno.
También hicieron un llamado a un diálogo constructivo para resolver las desigualdades y garantizar la viabilidad económica de la división.
EL PARO CONTINÚA
A pesar de las reuniones y esfuerzos por encontrar una solución, García expresó que no se habían alcanzado acuerdos sustantivos, lo que mantuvo al gremio en su postura de paralización de actividades.
«Creemos que esta medida es ilegal y va en contra de la deportividad», concluyó el dirigente del Sifup, quien también dejó claro que, mientras no haya respuestas concretas, el paro continuará.
En cuanto a la ANFP, Milad y el vicepresidente Jorge Aguilar se comprometieron a presentar las propuestas de Sifup al Consejo de Presidentes, pero también reconocieron que el panorama sigue siendo incierto.