Cecilia Sala, reconocida periodista italiana, quedó en libertad por las autoridades iraníes tras ser detenida mientras cubría las manifestaciones contra el régimen en Teherán.
Su detención generó preocupación internacional y activó intensas gestiones diplomáticas por parte del gobierno italiano y organizaciones de derechos humanos.
Sala, quien colabora con varios medios internacionales, fue interceptada en Teherán mientras documentaba las manifestaciones tras la muerte de Mahsa Amini bajo custodia policial.
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Su arresto provocó preocupación en Italia, donde tanto colegas periodistas como el gobierno expresaron su apoyo y demandaron su pronta liberación.
“Estamos aliviados de que Cecilia esté a salvo y pueda regresar a casa”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores de Italia, quien también agradeció los esfuerzos diplomáticos que permitieron su liberación. Sin embargo, el incidente evidenció la difícil situación que enfrentan los periodistas en Irán, donde la cobertura de las protestas es peligrosa.
Irán intensificó su represión contra medios locales e internacionales desde el inicio de las movilizaciones, en un intento por controlar la narrativa sobre la creciente disidencia popular. Según organizaciones de derechos humanos, se arrestaron a más de 60 periodistas en el último año.
Cecilia Sala expresó su gratitud por el apoyo recibido y reiteró su compromiso con la labor periodística. Su liberación representa un alivio en un contexto de gran incertidumbre, pero también subraya los riesgos que enfrentan los reporteros en la región.