Tras la oferta del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de comprar la isla de Groenlandia, territorio perteneciente a Dinamarca, Rusia reaccionó y sigue de cerca las reinvindicaciones del líder republicano.
Trump afirmó que que el control de Groenlandia es una «necesidad absoluta» para la «seguridad nacional» y la «libertad en el mundo».
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que Moscú está siguiendo de cerca este «desarrollo dramático», destacando que hasta ahora solo se trata de una postura declarativa.
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Trump, quien asumirá la presidencia en las próximas semanas, no descartó la posibilidad de usar la fuerza para anexionar Groenlandia, un territorio autónomo danés que se ha vuelto estratégico debido a sus recursos minerales y su ubicación geopolítica en el Ártico, una región de creciente interés debido al deshielo que está abriendo nuevas rutas marítimas.
RUSIA: «DESEAMOS MANTENER LA PAZ»
Peskov afirmó que el Ártico sigue siendo una zona de interés nacional para Rusia, y destacó que el país continuará manteniendo presencia en la región.
Sin embargo, insistió en que Rusia busca preservar la paz y la estabilidad en el Ártico, expresando su disposición para dialogar con todas las partes involucradas en la región, incluido Trump.
«El Ártico es una zona de nuestro interés nacional, donde estamos presentes y continuaremos estándolo. Deseamos mantener la paz y la estabilidad en esta región y estamos dispuestos a interactuar con todas las partes para ello», dijo Peskov al respecto.
La tensión en el Ártico se ha intensificado en los últimos años, con la creciente competencia entre potencias globales como Estados Unidos, Rusia y China, que buscan asegurarse el control de esta vasta y estratégica zona.
