Emil Feuchtmann, uno de los mayores exponentes del balonmano chileno y un referente de la selección nacional, se mostró contundente en su crítica hacia los Juegos Panamericanos Santiago 2023.
Aunque el experimentado central continúa su carrera en el Balonmano Elda CEE en España, su sentimiento hacia el evento organizado en Chile fue de profunda decepción.
En una charla con Agenda Deportes Emol TV, Feuchtmann no escatimó en palabras duras y no dudó en calificar la experiencia de los balonmanistas como “una vergüenza”.
En su opinión, la organización de la competencia fue deficiente en múltiples aspectos. “Una vergüenza en cuanto a organización, en cuanto al gimnasio, que incluso se llovió en el partido de las chicas por el tercer lugar, se tuvo que suspender y jugar tres horas después”, comentó visiblemente molesto.
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CRÍTICA A LAS CONDICIONES
Uno de los puntos más polémicos fue la ubicación de las competencias, que se celebraron en Viña del Mar, en lugar de en Santiago, tal como Feuchtmann esperaba.
Para él, este fue un agravio adicional, ya que sentía que el balonmano merecía una mejor atención, considerando los logros alcanzados por la disciplina en Chile. “Somos el deporte colectivo, al margen del fútbol, que más éxitos ha traído a Chile y al que peor se trató en los Juegos Panamericanos”, expresó sin rodeos.
Además, Feuchtmann dejó claro su descontento por la exclusión de los jugadores de la Villa Panamericana y las malas condiciones de alojamiento.
“No estuvimos en la Villa, no jugamos en Santiago. La gente ni siquiera tenía calefacción en el lugar donde estábamos. Argentina se fue a un hotel en Viña del Mar. Nosotros estábamos pidiendo perdón por las condiciones que tuvimos”, relató.
RECONOCIMIENTO AL APOYO DEL PÚBLICO
A pesar de las duras críticas, el histórico jugador también reconoció el apoyo del público chileno. “A nivel de asistencia, el marco fue increíble. La gente respondió, se llenó y mucha gente quedó fuera”, dijo, aunque lamentó que algunas secciones del estadio no estuvieran disponibles para la venta, dejando a muchas personas fuera del evento.
Sin embargo, todo esto no fue suficiente para borrar el sabor agridulce que dejó el evento para Feuchtmann. “Perdimos una oportunidad única. El gimnasio estaba lleno antes de comenzar el partido, cosa que nunca se había visto, pero con un sabor amargo porque pudo ser muchísimo mejor. Fue mediocre”, concluyó.
UNA VOZ RESPETADA
Feuchtmann, quien ha sido un pionero del balonmano chileno en Europa y un líder indiscutido de la selección nacional, no solo habló como un deportista más.
Su experiencia internacional y su rol como embajador del balonmano en Chile le otorgan una voz poderosa, y sus críticas a los Panamericanos reflejan la frustración de muchos que vieron cómo una gran oportunidad para el deporte se vio empañada por la falta de organización y visión.
Con este reclamo, Feuchtmann dejó en claro que la excelencia que ha alcanzado el balonmano chileno en el ámbito internacional no puede ser ignorada en casa.