Actualmente, el puerto de Antofagasta cuenta con varios fallos en su contra por contaminar el centro de la ciudad con metales pesados y no limpiar correctamente la zona
Pese a haber atravesado un proceso de remediación, los suelos ferroviarios en el área urbana de la ciudad siguen conteniendo altas concentraciones de plomo y arsénico.
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«CRISIS DE SALUD INFANTIL»
En ese contexto, los médicos de la región han levantado la alerta. La cual denominaron una «crisis de salud infantil», producto del aumento exponencial de casos de autismo severo y otras afecciones.
«Los niños son los más afectados, porque tienen un volumen corporal menor, lo que agrava la dosis de contaminantes que reciben. Además, al gatear y llevarse cosas a la boca, el riesgo aumenta considerablemente.
Esta demás decir que el arsénico está relacionado con el cáncer de vejiga y pulmón, y el plomo dificulta el neurodesarrollo y causa enfermedades cardiovasculares», alertó en la prensa local el presidente regional del Colegio Médico en Antofagasta, Michel Marín.
En concreto, los profesionales critican la inacción del Estado y otros actores para realmente medir el impacto de la contaminación minera en la salud de la población.
A ello se suma la falta de soluciones y medidas para que terminen con el problema estructural. Lo cual, según señalan, va más allá de fiscalizaciones y sanciones concretas a las empresas contaminantes.
ZONAS CONTAMINADAS
Según dio a conocer El Desconcierto, en 2015 se detectó contaminación por cobre, plomo y zinc en 17 manzanas del centro de Antofagasta, las cuales son aledañas al puerto.
En ese contexto, se vieron afectadas 1375 personas. Cabe señalar que la cifra es sin contar a trabajadores, estudiantes y otros ciudadanos que circulan por el centro de forma transitoria durante el día.
A pocas cuadras del puerto, y a pasos de la Plaza Colón, comienzan los patios ferroviarios de la empresa FCAB, o Antofagasta Railway Company.
Allí, se detectó la presencia de arsénico y plomo por sobre la norma en suelos que ya atravesaron un proceso de remediación. Las empresas titulares de ambos proyectos están ligadas al grupo Luksic.
LIMPIEZA INCUMPLIDA
Tras la detección de los metales pesados, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) dictó multas monetarias y una medida urgente de limpieza de calles. Esto último, por el «riesgo inminente de un daño al medio ambiente y la salud de las personas».
Cabe señalar que la empresa cuestionada apeló ante la justicia, donde se retiraron las multas pero se mantuvo la medida de limpieza de calles.
En 2018, el caso se reactivó luego de una nueva fiscalización de la SMA. En la que se constató que las medidas de limpieza no lograron disminuir las concentraciones de metales pesados en las calles. Por ello, se obligó a la empresa a tomar una metodología específica.
La SMA volvió a multar a la empresa por $960 millones en 2024. Esto, tras detectar que la medida de limpieza no fue cumplida. La empresa apeló ante el Tribunal Ambiental, que confirmó la multa en octubre de 2024.
SUELOS FERROVIARIOS
Años de transporte y acopio de metales pesados, también dejaron un alto nivel de contaminación en los suelos ferroviarios de la empresa FCAB.
En 2017, la empresa comenzó un proyecto para remediar las 48 hectáreas de patios ferroviarios contaminados, insertos en el corazón de la ciudad.
Cabe señalar que una fiscalización de la SMA detectó plomo y arsénico por sobre lo establecido en el permiso ambiental, en el denominado Patio Bellavista. «Por lo que las actividades de remediación no se deben considerar terminadas, pese a lo declarado por el titular».
Junto con ello, la autoridad ambiental resaltó que, al encontrarse en la superficie del sector, los contaminantes podrían dispersarse en el ambiente. Por esto, ordenó medidas urgentes a la empresa.