Opinión

Pensiones: Es mucho más que un acuerdo

Víctor Maldonado R. Sociólogo

Licenciado en Sociología y Magíster en Ciencias Políticas, ambas de la Universidad de Chile.

Evelyn Matthei
El gobierno ya entró en su fase final
No son muchas las ocasiones en que un acuerdo político obtiene beneficios que le llega al bolsillo ciudadano. Esto pesará más que todos los debates técnicos que sigan.

Pensiones: Es mucho más que un acuerdo Por Víctor Maldonado R.

Es muy interesante ver las reacciones que ha despertado el acuerdo alcanzado en el Senado de reforma previsional entre gobierno y oposición. La mayoría se alegró, una parte se lamentó por lo que no se obtuvo y algunos se resignaron.

Ocurre que quienes se agrupan tras cada respuesta no son grupos equivalentes. Los que se alegran constituyen una mayoría transversal genuinamente convencida de haber conseguido algo importante para el país.

Por su parte, los que lo lamentan es porque lo comparan con lo que les gustaría que se hubiera aprobado. Los que se resignan es porque no tienen nada alternativo que ofrecer.

Que se ha obtenido un logro de gran envergadura, es algo evidente. Desde distintas posiciones políticas, cada cual ha podido argumentar por qué es un avance para el país lo alcanzado y eso no evita que al lado otro haga idénticas declaraciones para un grupo político completamente distinto.

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Hace mucho que no veíamos algo así. Uno de los efectos más importantes que se está consiguiendo es un cambio colectivo del estado de ánimo. Y si alguien duda de lo significativo de este hecho, solo tiene que tratar de hacer memoria de cuánto hace que no pasaba nada parecido. Verá que se mide en años.

Tal vez ahora no se recuerde, pero la irrupción de republicanos provocó una gran inseguridad en los partidos de Chile Vamos. Por un largo tiempo, la posición dura del partido de Kast arrastraba a la centroderecha hacia sus posiciones. El temor de perder su electorado los hacía propenso a las presiones.

La última elección municipal y regional fue el momento de la liberación de los sometidos. El mayor peligro había pasado y encarnar una política de acuerdos no había sido tan malo, después de todo. De allí los caminos se separaron.

Ahora, ha llegado el día en que los protagonistas de las discusiones han cambiado. Republicanos arremete sin contemplaciones contra los protagonistas del acuerdo y de vuelta las respuestas duras no han faltado.

Por primera vez se hace evidente que cuando se trata de conseguir resultados concretos, los socios principales están al frente y los adversarios más destacados se encuentran al lado.

Lo más rudo del debate de estos días se ha dado dentro de cada sector político y en alianza con un adversario dialogante. La agresividad exhibida por republicanos es una constante, pero esta vez se encontraron con que la respuesta de la centroderecha fue muy firme, lo que es nuevo. Así es cuando se busca alcanzar una mayoría sólida para conseguir avances verificables.

Lo que siga va a depender de la reacción que tenga la opinión pública ante lo ocurrido. La posibilidad de que la respuesta sea positiva es muy alta. No son muchas las ocasiones en que un acuerdo político obtiene beneficios que le llega al bolsillo ciudadano. Esto pesará más que todos los debates técnicos que sigan.

Hay que darse cuenta de lo conseguido. Un cambio colectivo del estado de ánimo es más que un entendimiento político.

Lo que se anuncia con este gesto no se limita a lo que se consigue con una votación favorable en el Parlamento. Su mayor valor es que puede iniciar un camino. Las polémicas por diferencias son el pan de cada día, también debiera serlo el cultivo de los acuerdos.

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