La Ley Karin, promulgada en enero de 2024 con el objetivo de erradicar el acoso y la violencia laboral, cumplió seis meses de vigencia. ¿Ha mejorado el ambiente laboral? La respuesta parece ser mixta.
Si bien ha generado mayor conciencia sobre el acoso laboral, también ha traído efectos colaterales que inquietan al mundo empresarial. Las cifras oficiales revelan más de 14 mil denuncias acumuladas, lo que ha saturado la Dirección del Trabajo y generado demoras en la tramitación de los casos.
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CRÍTICAS AL IMPACTO Y BUROCRACIA
Cristián Monckeberg, académico de la Universidad del Alba y exministro de Estado, advierte que «la ley hasta el minuto no ha cumplido su propósito de transformar la cultura laboral», aunque reconoce que es un cambio lento y progresivo.
Por su parte, María Cristina Fernández, managing director de KPMG Chile, señaló que «un alto porcentaje de las denuncias no se relaciona directamente con casos de acoso laboral, sino que responden a conflictos internos». Esto ha generado fracturas en equipos de trabajo y, en algunos casos, la salida de empleados tras investigaciones.
Desde una visión jurídica, Óscar Olivares Jatib, doctor en Derecho, fue tajante al señalar que «la Dirección del Trabajo ha incumplido groseramente los plazos legales los plazos legales que rigen los procedimientos de investigación de las denuncias de maltrato laboral», y cuestionó que la ley haya condicionado la autoridad de las jefaturas en las empresas.
¿AVANCES POSITIVOS?
No todas las voces son críticas. Felipe Leigh, abogado de Grupo Teamwork –empresa expertos en empleabilidad y gestión de personas–, destacó que la alta cifra de denuncias. «En estos primeros seis meses hemos visto avances concretos en la denuncia y visibilización de casos de acoso y violencia en el trabajo», destacó.
Además, agregó que el número de denuncias «no es necesariamente un síntoma de deterioro del clima laboral, sino más bien una señal de que las personas están conociendo sus derechos y confiando en los mecanismos de protección que establece la ley».
Por lo mismo, considera que el arranque de la ley ha sido más bien positivo, «en términos de generar conciencia y activar mecanismos de denuncia»
El gerente de Deloitte Legal, Santiago Swett, añadió que en empresas que han hecho ajustes para cumplir con la normativa, la percepción de protección ha mejorado.
«Para las que han realizado los ajustes necesarios para estar en cumplimiento formal de la norma, sí ha generado un efecto positivo en la sensación de protección por parte de los trabajadores», estimó Swett.
SALUD MENTAL EN ALERTA
El aumento de denuncias ha ido acompañado de un incremento en los casos de problemas de salud mental. Paulina Calfucoy, de la Asociación Chilena de Seguridad, señaló que «hemos tenido un aumento del 55% en los accidentes de trabajo con lesiones por salud mental» y un 77% en presentaciones por presunta enfermedad profesional.
Héctor Jaramillo, de la Mutual de Seguridad, informó que el 82% de las denuncias están relacionadas con acoso laboral, y resaltó que las empresas han implementado medidas para generar ambientes laborales más seguros.
DESAFÍOS PENDIENTES
La Ley Karin ha generado un «shock comunicacional», pero queda mucho camino por recorrer para consolidar una cultura laboral basada en el respeto.
Los expertos coinciden: se necesitan resultados más efectivos, mejor capacitación y confianza en los mecanismos de denuncia para que esta normativa cumpla su propósito.
A seis meses de su implementación, ¿cómo evaluarías a la Ley Karin?
