La idea de un avión con una cabina desmontable, que pueda salvar vidas, es uno de los sistemas para prevenir accidentes aéreos que podría estar cada vez más cerca.
Se trata del proyecto del ingeniero ucraniano Tatarenko Vladimir Nikolaevich, quien revoluciona desde 2015 con un sistema de cabina desmontable, cuyo fin es eyectarse de forma automática ante cualquier fallo técnico que ponga en peligro la vida de los pasajeros, en cualquier tramo del trayecto.
MECANISMO DE LA CABINA
El sistema desarrollado por Nikolaevich prevé que una vez que la cabina se separe del resto del avión, ante cualquier eventualidad, dos paracaídas se despliegan para asegurar que el aterrizaje sea más seguro.
Además, desde la parte inferior del cubículo, se activan tubos inflables para asegurar que esta pueda flotar en caso de caer sobre el agua.
Aunque todavía hay interrogantes sobre el mecanismo, como qué sucedería con los pilotos, o cómo se adaptaría a la estructura del avión, Nikolaevich está a la espera de concretar la realización de los dispositivos con alguna empresa.
El ucraniano asegura que el 95% de usuarios de avión estaría dispuesto a pagar tickets entre 15 y 20% más costosos, con tal de tener un mecanismo como este extra.
DRONES NO TRIPULADOS
Una modalidad en auge son los drones de pasajeros para disminuir los riesgos en vuelos cortos.
Un dron es un vehículo aéreo no tripulado diseñado para transportar personas dentro de áreas urbanas. Estos drones operan de manera autónoma o controlada remotamente, ofreciendo una movilidad ágil y eficiente en la ciudad.
Si embargo, estas unidades aún están en su etapa reciente.
ACCIDENTES AÉREOS
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Según especialistas, viajar en avión es la forma de transporte más segura de todas.
Datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) en el informe sobre el desempeño de la seguridad operacional de la aviación
global en 2023, reveló que en ese año no hubo casi accidentes mortales, ni con pérdida de casco de aviones de pasajeros a reacción.
Afirman que sólo se registró un accidente de un avión turbohélice, que dejó 72 víctimas mortales.
«La tasa total de accidentes fue de 0,80 por millón de despegues en 2023 (un accidente por cada 1,26 millones de vuelos), una mejora con respecto al 1,30 en 2022 y la tasa más baja en más de una década», precisan.
Además, resaltan que en 2023 se produjeron 37 millones de movimientos de aeronaves (reactores y turbohélices), lo que supone un aumento del 17% respecto al año anterior.
Sin embargo, recientemente hemos visto algunas tragedias como las ocurrida en Brasil o Kazajistán en 2024, que dejaron decenas de muertos.
En los últimos días, también el mundo miró con tristeza la colisión entre un avión y un helicóptero en Washington, que dejó casi 70 fallecidos, y la caída y explosión de otra aeronave de emergencia en Filadelfia.
Esto vuelve a poner en la palestra la discusión por crear mecanismos más efectivos para prevenir víctimas fatales ante cualquier eventualidad.