Desde el inicio del año, Bélgica implementó una serie de restricciones para limitar el consumo de tabaco en lugares públicos.
Las nuevas regulaciones incluyen la prohibición de fumar en parques infantiles, campos deportivos, parques de atracciones y zoológicos.
Sin embargo, la localidad de Jette, situada en las afueras de Bruselas, tomó una decisión aún más drástica para garantizar esta prohibición a todos los parques públicos de la localidad.
Las autoridades de Jette anunciaron que quienes infrinjan la normativa tendrán multas de hasta 8.000 euros.
En detalle, la prohibición aplicará para quienes fumen cigarrillos y otros dispositivos como vaporizadores, y se exponen a pagar entre 208 y 8.000 euros.
El alcalde de Jette, Hervé Doyen, explicó que la medida busca proteger la salud pública, especialmente la de los niños y jóvenes, quienes son más vulnerables a los efectos nocivos del tabaco.
«Queremos crear espacios saludables y libres de humo para todos nuestros ciudadanos», afirmó Doyen.
Jette, un municipio de alrededor de 10.000 habitantes es conocido por ser el hogar del famoso pintor surrealista René Magritte entre 1930 y 1954.
La localidad se convierte en pionera en Bélgica al implementar una prohibición de tal alcance, que estará acompañada por señaléticas y educadores en las calles.
En tanto, las autoridades locales esperan que otras comunidades sigan su ejemplo.
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