Nacional y economía

Conserje brutalmente agredido tras multa por ruidos molestos

Por Allan Santander

Periodista

conserje
Foto: Captura de pantalla
Un trabajador de 42 años sufrió una brutal agresión tras advertir sobre ruidos molestos en un edificio residencial. Los atacantes lo dejaron con graves lesiones.

Una fiesta en el piso 19 del Edificio Padre Cifuentes, en Independencia, terminó en una brutal agresión contra un conserje que intentaba cumplir con su trabajo. La mañana del 3 de febrero, Mario Bahamondes subió al departamento para advertir que cursaría una multa por ruidos molestos, desatando la furia de los visitantes, que según relatos, eran cinco hombres y dos mujeres.

ATAQUE SIN PIEDAD

Inicialmente, los involucrados parecían aceptar la advertencia, pero poco después dos sujetos bajaron y comenzaron a insultar y golpear al trabajador. Uno de los golpes lo dejó noqueado en el suelo, sin posibilidad de defenderse.

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«Los ánimos se caldearon y comenzaron a darle golpes, donde una agresión en el rostro lo noqueó. Lejos de parar, siguieron pegándole», relató su hermano, José Luis Bahamondes, mayordomo del edificio.

No contentos con la golpiza, los agresores amenazaron a los vecinos que intentaron ayudar al conserje. «Dijeron que eran del Tren de Aragua y que iban a correr balazos si pasaba algo», aseguró el hermano de la víctima. Sin embargo, también recalcó que no cree en dicha afirmación, calificándolos como «cobardes que se escudan detrás de eso».

LESIONES GRAVES

El conserje fue trasladado a un centro asistencial, donde se confirmó una fractura nasal, heridas faciales y una crisis de pánico. Actualmente, se encuentra con una licencia médica de 10 días.

Según Bahamondes, la residente del departamento implicado regresó solo para recoger sus pertenencias y no ha vuelto a ser vista. «Recurrimos a la prensa para hallar a los responsables. Sabemos que trabajan en un local de Bellavista», indicó el hermano del afectado, haciendo un llamado a que se haga justicia.

Mientras tanto, la comunidad del edificio permanece en alerta, preocupada por la violencia desatada en lo que debería ser un espacio seguro.

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