Nacional y economía

La confesión del reo que decapitó a su compañero de celda

María González

Periodista

reo
Foto: Agencia Uno
«Lo sacrificamos entre los tres», indicó en su confesión

El pasado 9 de diciembre, se dio a conocer un macabro hecho ocurrido al interior del Complejo Penitenciario Biobío. Ese día, un reo decapitó a su compañero de celda y, posteriormente, pintó signos satánicos en la habitación.

El responsable del hecho es Diego Hernán Valdés San Martín, también conocido como el «Indio Loayza». Respecto al cual, se reveló la confesión que entregó a Gendarmería luego del crimen de Vincent Paolo Demian González Aguirre, conocido como el «Golo».

Advertencia, el testimonio a continuación puede ser fuerte para algunas personas. Por ello, se recomienda leer con precaución.

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LA CONFESIÓN DEL REO

Según lo expuesto por Radio Biobío, tras el crimen, en la celda se encontró al homicida sentado en su cama de concreto. Mientras que, encima del cadáver, había una biblia abierta y a su costado estaba la cabeza.

En cuanto a la confesión, Valdés relató que «yo estaba en la pieza y de repente empezamos a bailar. Yo, el Joker, el Diablo y el Golo. Le vi cara de diablo y lo sacrificamos entre los tres (supuestamente junto al Joker y el Diablo)».

«Le pegué una puñalada, lo ahorqué con una pita y de ahí le corté la cabeza con una lata, dejándola en la pieza. Eso no más recuerdo», detalló el sujeto.

DECLARACIÓN ANTE UN PSIQUIATRA 

Posterior a ello, declaró ante un psiquiatra de la Defensoría Penal Pública (DPP) que con la víctima «éramos amigos, nos conocemos de antes en Arica. Vivimos varias veces juntos en los penales. 

Al final (esa noche) hablamos del Joker, el bufón ese de la carta… que uno podía hacer pacto con el Diablo y temas así… estuvimos harto rato así».

«Yo lo vi… lo vi al Joker en la muralla. Me dijo ‘mátalo‘ y yo pensé… también le tiene que haber dicho eso mismo a él. Así que dije es él o soy yo. Ahí con un cordón lo asfixié hasta que se murió. Ruido no hizo nada, no dijo nada… y le puse una puñalada en el corazón. 

Le cercené el cuello, es que era para poder hacer el pacto con el Diablo. Era hacer un sacrificio de sangre como los mayas, eso de entregar los cuerpos en un sacrificio», añadió.

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