Internacional

Se inicia juicio contra expresidente surcoreano Yoon Suk-yeol

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Corea del Sur Yoon Suk-yeol
Foto: Presidente de Corea del Sur Yoon Suk-yeol . Publicado en X por @capoatm
Mientras avanza el juicio penal, el Tribunal Constitucional de Corea del Sur delibera sobre la destitución definitiva de Yoon

El expresidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, destituido tras intentar imponer la ley marcial, compareció el jueves ante el Tribunal Central de Seúl para la audiencia de su juicio penal por insurrección. Mientras guardaba silencio, su abogado defendió que actuó para evitar una «dictadura legislativa».

INVESTIGACIÓN Y CARGOS

Las autoridades surcoreanas buscan procesar a Yoon por los cargos de «liderar una insurrección y abuso de poder». El exfiscal de 64 años se convirtió en el primer presidente en funciones del país en enfrentar un juicio penal tras su intento fallido de imponer la ley marcial.

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Detenido desde el 15 de enero, Yoon había permanecido refugiado en su residencia de Seúl, protegido por su equipo de seguridad. Las autoridades lo inculparon formalmente el 26 de enero y lo mantienen bajo detención provisional por seis meses. Si no recibe una condena al finalizar ese plazo, deberá liberarlo. La fiscalía ha solicitado que permanezca bajo custodia, argumentando que podría influir o persuadir a personas involucradas en el caso.

INICIO DEL JUICIO

El juicio penal comenzó el jueves a las 10:00 a. m., hora local, en el Tribunal del Distrito Central de Seúl, con una fuerte presencia de seguridad dentro y fuera del tribunal. En la sala, llena de espectadores y periodistas, Yoon presenció el inicio del proceso sin emitir declaraciones.

Uno de sus seguidores fue visto en los alrededores vestido con un traje del Capitán América, reflejando la polarización política que ha generado el caso.

Los fiscales han acusado a Yoon de ser el «cabecilla de una insurrección», mientras que su equipo legal sostiene que la investigación carece de legitimidad. Argumentan que, como jefe de Estado, estaba facultado para declarar la ley marcial.

Su abogado, Kim Hong-il, calificó el juicio como un «acontecimiento significativo en la historia constitucional» y pidió que el poder judicial actuara como una «fuerza estabilizadora». También advirtió que «la ilegalidad agrava la ilegalidad» y exigió garantías para que los derechos del acusado no fueran vulnerados.

EL PROCESO DE DESTITUCIÓN

Mientras avanza el juicio penal, el Tribunal Constitucional de Corea del Sur delibera sobre la destitución definitiva de Yoon, luego de que el Parlamento lo removiera en diciembre. La décima audiencia de este caso está programada para las 3:00 pm

El Tribunal ha citado a declarar a figuras clave, como Han Duck-soo, quien perdió su cargo como presidente en funciones tras la destitución de Yoon, y el exfuncionario de inteligencia Hong Jang-won. Además, convocó al jefe de la Agencia Nacional de Policía, Cho Ji-ho, acusado de imponer la ley marcial, para que testifique.

Aún no se sabe si la próxima audiencia será la última antes de que los ocho jueces del Tribunal Constitucional tomen una decisión a puerta cerrada. Se estima que el proceso podría extenderse por al menos quince días.

En casos anteriores, los expresidentes Park Geun-hye y Roh Moo-hyun esperaron 11 y 14 días, respectivamente, para conocer su destino. Si Yoon queda oficialmente destituido, Corea del Sur deberá convocar elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.

EL DEBATE SOBRE LA LEY MARCIAL

El proceso contra Yoon gira en torno a si violó la Constitución al declarar la ley marcial, una medida reservada para emergencias nacionales o tiempos de guerra. Su decreto solo estuvo en vigor durante seis horas antes de ser revocado por el Parlamento, que se opuso al despliegue militar.

Sin embargo, la crisis política desatada ha generado meses de inestabilidad, protestas y desinformación en línea. Los abogados de Yoon argumentan que su decisión fue «un acto de gobierno» y, por lo tanto, no debería estar sujeta a revisión judicial. «No se trató de paralizar el Estado, sino de alertar a la opinión pública sobre la crisis nacional derivada de la dictadura legislativa del partido opositor», afirmó su abogado.

Asimismo, defendieron que el despliegue militar fue «simbólico», con solo 280 soldados y sin munición real, y aseguraron que no hubo víctimas. Pese a ello, el caso de Yoon sigue siendo uno de los episodios más polémicos en la historia reciente de Corea del Sur, marcando un precedente en la política y el derecho constitucional del país.

 

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