El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que instruye al Departamento de Comercio a investigar las importaciones de cobre y sus derivados.
El objetivo de evaluar la necesidad de imponer aranceles por motivos de seguridad nacional.
“El cobre es un material crítico y su suministro es vital para nuestra seguridad nacional”, afirmó desde la Oficina Oval.
Además, advirtió que se está «poniendo sobre aviso a los países que nos han tratado injustamente».
Actualmente, Estados Unidos importa aproximadamente el 45% de su cobre refinado.
Esta medida podría afectar a sus principales proveedores que son Chile, Canadá, Perú y México.
Según cifras del Observatorio de Complejidad Económica (OEC), en 2023, Chile exportó US$4.630 millones, Canadá US$1.220 millones, Perú US$05 millones, México US$116 millones y la República Democrática del Congo US$106 millones.
La investigación se llevará a cabo bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, la misma utilizada anteriormente para imponer aranceles al acero y al aluminio.
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El secretario de Comercio, Howard Lutnick, será el encargado de analizar si la alta dependencia de las importaciones de cobre representa un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos.
En caso de considerar que sí, se recomendarían medidas para restringir estas importaciones.
Sin embargo, aún se desconoce cuando vence el plazo de la investigación.
Esta iniciativa se enmarca dentro de una serie de acciones proteccionistas adoptadas por la administración Trump, que busca fortalecer la producción nacional y reducir la dependencia de suministros extranjeros en sectores clave.
Sin embargo, el cobre es esencial para diversas industrias, incluyendo la fabricación de vehículos eléctricos, hardware militar y semiconductores que, según la actual administración, algunos de estos se comenzarían a hacer en casa.
Esto sin contar el creciente auge de la Inteligencia Artificial, que requiere del metal para multiplicarse.