En un anuncio sin precedentes, Abdullah Öcalan, líder encarcelado del prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), instó este jueves 27 de febrero a los combatientes kurdos a cesar las hostilidades y disolver la organización.
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Su declaración, difundida a través del Partido Democrático de los Pueblos (DEM), marca un posible punto de inflexión tras más de cuatro décadas de enfrentamientos con Turquía.
UN LLAMADO SIN PRECEDENTES
Desde su celda en la isla de Imrali, Öcalan expresó en una carta su deseo de poner fin al conflicto:
«Hago un llamado a que depongan las armas y asumo la responsabilidad histórica de este llamamiento. Como cualquier organización moderna que no ha sido abolida por la fuerza, deben convocar un congreso, tomar una decisión y disolver el PKK», señaló el líder kurdo.
Los miembros del partido prokurdo DEM leyeron públicamente el mensaje de Öcalan tras visitarlo en prisión y divulgar su declaración en Estambul.
IMPACTO EN TURQUÍA Y LA REGIÓN
La petición de disolución del PKK podría tener un impacto significativo en el panorama político y de seguridad en Medio Oriente. En particular, se espera que las repercusiones se sientan en el norte de Irak, donde el PKK mantiene bases, y en Siria, país que aún enfrenta secuelas tras su prolongada guerra civil y el reciente derrocamiento de Bashar al-Assad en diciembre pasado.
El PKK, considerado una organización terrorista por Turquía y sus aliados occidentales, ha estado en conflicto con Ankara desde 1984, con un saldo de más de 40.000 víctimas. Originalmente, el grupo buscaba la creación de un Estado kurdo independiente, aunque con el tiempo su lucha se ha enfocado en una mayor autonomía y derechos para la minoría kurda dentro de Turquía.
POSIBLE ACUERDO POLÍTICO Y EL FUTURO DE ÖCALAN
Este llamado a la paz se produce en un momento clave para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Según analistas, su gobierno podría necesitar el apoyo del DEM en el Parlamento para impulsar una reforma constitucional que le permita continuar en el poder más allá de los límites actuales.
El proceso de paz también podría abrir la puerta a una revisión del estatus de Öcalan, quien ha estado encarcelado desde 1999 tras ser condenado por traición. En octubre pasado, el político ultranacionalista Devlet Bahçeli, socio de coalición de Erdogan, sugirió la posibilidad de conceder libertad condicional a Öcalan si el PKK renunciaba a la violencia y se disolvía.
UN CAMINO INCIERTO HACIA LA PAZ
Si bien la declaración de Öcalan es un hito en el conflicto kurdo, aún queda por ver si la dirigencia del PKK y sus combatientes en el terreno acatarán el llamado. En el pasado, intentos de negociaciones han fracasado, el más reciente en 2015.
A pesar de su encarcelamiento, Öcalan sigue siendo una figura clave en el movimiento kurdo. Su mensaje podría allanar el camino hacia un proceso de reconciliación, aunque no se descarta la resistencia de ciertos sectores del PKK, que han mostrado reticencia a deponer las armas en anteriores intentos de paz.
Por ahora, el anuncio marca un giro significativo en el prolongado conflicto, con posibles repercusiones tanto dentro de Turquía como en el equilibrio político de la región.
DEM Parti İmralı Heyeti’nin bugün İmralı’da Sayın Abdullah Öcalan ile gerçekleştirdiği görüşmeye ilişkin fotoğraf. Fotoğrafta Sayın Öcalan ve İmralı Heyeti’nin yanı sıra İmralı Cezaevi’nde tutuklu bulunan Hamili Yıldırım, Ömer Hayri Konar ve Veysi Aktaş da yer almaktadır. pic.twitter.com/Z3KpmAcrAf
— DEM Parti (@DEMGenelMerkezi) February 27, 2025
