En plena Guerra Fría se dio lugar a una disputa (Spassky vs. Fisher) que también incluía la competencia en el deporte entre Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
En ese contexto existió un enfrentamiento entre el Campeón del Mundo (Spassky) y su retador, el prodigio estadounidense Bobby Fischer. Ocurrió en 1972 en Reykyavik, Islandia. Se trató de una partida que marcaría la vida del soviético. Además de ser una disputa ícono de la Guerra Fría.
En 1972 la Guerra Fría estaba en un punto álgido, que incluía guerras en el sudeste asiático, dictaduras e intervenciones en países del Tercer Mundo. Por ende, la preparación del enfrentamiento en la pintoresca Islandia era otro hito en esta beligerancia permanente.
Ese campeonato mundial de Ajedrez inmovilizó a una ciudad por doce semanas. No eran sólo dos personas moviendo piezas en un tablero. Todo indicaba a un enfrentamiento entre dos potencias.
Por ende, el simbolismo de este choque era la competencia entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Bobby Fisher más que ajedrecista se asemejaba más a una estrella de cine. Los norteamericanos querían un motivo para animarse y eso se los dio Fisher. Por su parte, Spassky no era tan extravagante, además tenía un gran carisma.
Lo cierto es que esa partida, cambió la historia. Fue una batalla del poder, un choque de gigantes. Se trató de una partida que incluyo estrategias sicológicas, comunicación no verbal, simbolismos, entre otros.
El que fuera campeón mundial soviético de ajedrez Boris Spassky, murió a los 88 años, indicó este jueves la Federación Rusa de Ajedrez. «Se ha ido una gran personalidad, generaciones de jugadores de ajedrez han estudiado y estudian sus partidas y su obra. Es una gran pérdida para el país», indicó el presidente de la Federación Rusa de Ajedrez, Andrei Filatov, citado por la agencia TASS.
Boris Spassky nació en 1937 en Leningrado (actual San Petersburgo) y fue un jugador precoz y muy habilidoso.
En 1969 se proclamó campeón del mundo. Solo pudo conservar entonces el título tres años. En 1972 disputó en Islandia una partida que marcó su vida ante el prodigio y extravagante estadounidense Bobby Fischer.
Pasada la derrota, Boris Spassky cayó en desgracia. En 1976 se traslado a Francia después de haber contraído matrimonio con una francesa de origen ruso. Obtuvo la nacionalidad francesa dos años después.
No recuperó la atención del gran público hasta muchos años después, cuando en 1992 tuvo lugar en Yugoslavia una revancha no oficial ante Bobby Fischer, quien lo volvió a derrotar. Los últimos años de la vida de Boris Spassky estuvieron marcados por un extraño conflicto familiar y el regreso a su Rusia natal.