Internacional

Trump cancela el 83% de los programas de ayuda de USAID

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Trump
Foto: Publicado en Instagram por The White House
Esta decisión se enmarca en la orden ejecutiva que Trump tomó en enero

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, informó este lunes que, como resultado de las decisiones del Gobierno de Donald Trump, se ha cancelado el 83 % de los programas gestionados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), lo cual representa un duro golpe para una entidad clave en la distribución de ayuda humanitaria a nivel global

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Esta decisión se enmarca en la orden ejecutiva que Trump tomó en enero, la cual suspendió temporalmente toda la ayuda exterior con el fin de evaluar su alineación con las prioridades de su administración. Entre los criterios revisados ​​se encuentran políticas relacionadas con el aborto, la planificación familiar y la promoción de la diversidad e inclusión.

«Tras un análisis exhaustivo de seis semanas, hemos decidido cancelar oficialmente el 83 % de los programas de USAID», declaró Rubio en la red social X. Según sus palabras, los 5.200 contratos eliminados representaban «miles de millones de dólares en gastos que no beneficiaban –y en algunos casos incluso perjudicaban– los intereses fundamentales de Estados Unidos».

UN GOLPE A LA AYUDA HUMANITARIA EN 120 PAÍSES

Desde 1961, USAID ha distribuido asistencia humanitaria fundamental a través de programas de salud y emergencia en 120 países. Hasta ahora, su presupuesto anual ascendía a 42.800 millones de dólares, lo que equivalía al 42 % de la ayuda humanitaria mundial.

El Departamento de Estado, que supervisa USAID, había adelantado el 26 de febrero su intención de reducir el 92% de su financiamiento tras identificar 5.800 asignaciones a ser eliminadas. Para Trump y sus aliados, la asistencia exterior representa un gasto innecesario que no contribuye a los intereses nacionales.

No obstante, las organizaciones humanitarias advierten que, como resultado de estos recortes, las consecuencias podrían ser devastadoras para las poblaciones más vulnerables. Argumentan que, lejos de ser un despilfarro, muchas de estas ayudan a reforzar la estabilidad global y benefician indirectamente a Estados Unidos al mejorar las condiciones de vida en el extranjero.

 

 

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