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Las crías de pingüinos emperador se están muriendo en la Antártida y eso no va a parar

Según un estudio, el verano pasado murió la totalidad de las crías en las cinco colonias que observaron los científicos. «Probablemente es una señal de lo que nos espera en el futuro”, se lamentaron.

“Nosotros ya lo predijimos hace un tiempo, pero ver cómo se produce de facto es siniestro”, lamentó Peter Fretwell, investigador del British Antarctic Survey, al dar a conocer la «catastrófica» mortandad entre los polluelos de varias colonias de pingüinos emperador en la Antártida.

A través de un estudio publicado por la revista Nature Communications Earth & Environment, un grupo de científicos aseguró que la supervivencia de estás aves (Aptenodytes forsteri) podría encontrarse en grave peligro. El responsable: el deshielo precoz provocado por el cambio climático.

De las cinco colonias observadas en la región del mar de Bellingshausen, en el oeste de la Antártida, cuatro sufrieron la pérdida del 100% de las crías, que se ahogaron o murieron de frío cuando el hielo -que el verano pasado alcanzó tasas de derretimiento récord- cedió bajo ellos, ya que aún no eran lo suficientemente maduras para afrontar las duras condiciones climáticas de la región.

Estas aves marinas empollan en el invierno, a partir de junio, cuando las temperaturas son más duras. Los huevos eclosionan en septiembre, antes de la llegada de la primavera, y las crías alcanzan su autonomía alrededor de enero-febrero.

“Se trata del primer gran fracaso de reproducción de los pingüinos emperador en varias colonias al mismo tiempo, debido al derretido del hielo marino, y probablemente es una señal de lo que nos espera en el futuro”, agregó Fretwell, según informó Deutsche Welle.

En 2020 la población de pingüinos emperador estaba compuesta por unas 250.000 parejas reproductoras, todas en la Antártida. Y, si bien las colonias del mar de Bellingshausen representan menos del 5% de ese total, “en el cómputo global, 30% de todas las colonias se vieron afectadas por el deshielo el año pasado, por lo que habrá muchos polluelos que no sobrevivieron”, advirtió Fretwell.

Pese a su capacidad para buscar sitios alternativos para reproducirse -se trata de animales que año a año van a los mismos lugares de cría-, los récords de derretimiento desde 2016 amenazan con exceder sus capacidades de adaptación, creen los científicos.

Más allá del peligro en que se encuentran sus lugares de reproducción, el pingüino emperador también sufre la acidificación de los océanos, otro efecto del calentamiento global, que amenaza a determinados crustáceos de los que se alimenta.

El British Antarctic Survey estima que, al ritmo actual del cambio climático, la práctica totalidad de esta especie podría haber desaparecido a finales de siglo.

El pingüino emperador fue incluido recientemente como especie en peligro de extinción por la autoridad estadounidense de protección de la fauna.

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