Internacional

La tensa semana en Argentina: Protestas, Represión Policial y Acusaciones de Golpe de Estado

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Argentina
Foto: Publicado en X por @PabloTeinforma
Argentina enfrenta un escenario de creciente conflicto social, con sectores cada vez más amplios manifestando su descontento ante la situación económica y las políticas del gobierno

Argentina atravesó una semana de alta convulsión social y política tras las masivas protestas ocurridas en la capital y otras ciudades del país.

El gobierno de Javier Milei ha acusado a ciertos sectores opositores de intentar desestabilizar su gestión y promover un golpe de Estado, en un contexto marcado por el ajuste económico y la creciente insatisfacción popular.

PROTESTAS DE JUBILADOS Y ENFRENTAMIENTOS CON LA POLICÍA

El miércoles 13 de marzo, miles de jubilados se concentraron frente al Congreso Nacional en Buenos Aires para exigir mejoras en sus haberes y rechazar las políticas de ajuste impulsadas por el gobierno. La movilización, que en principio se desarrolló de manera pacífica, derivó en graves enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.

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La Policía Federal y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires desplegaron un operativo de contención que incluyó el uso de gases lacrimógenos, cañones hidrantes y balas de goma. Según testigos y organizaciones de derechos humanos, la represión se intensificó cuando grupos de manifestantes intentaron avanzar hacia el Parlamento. Como resultado, al menos 120 personas fueron detenidas y 45 resultaron heridas, entre ellas el fotoperiodista Pablo Grillo, quien se encuentra en estado crítico tras recibir un impacto en la cabeza.

ACUSACIONES DEL GOBIERNO SOBRE UN INTENTO DE GOLPE DE ESTADO

Horas después de los incidentes, el presidente Javier Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunciaron que sectores políticos ligados al kirchnerismo promovieron las protestas con el objetivo de generar caos y desestabilizar el gobierno.

En declaraciones a la prensa, Bullrich aseguró que «grupos radicalizados» y «barras bravas del fútbol» participaron en los disturbios con intenciones de «generar un clima de ingobernabilidad».

Desde la oposición, líderes políticos como el exministro de Economía, Sergio Massa, y la expresidenta Cristina Kirchner rechazaron las acusaciones del Ejecutivo y las calificaron como «un intento de criminalizar la protesta social». «Lo que estamos viendo es un gobierno que no sabe gestionar y que busca culpables en vez de dar soluciones a la gente», afirmó Kirchner en sus redes sociales.

HUELGA DE TRABAJADORES ACEITEROS Y PARALIZACIÓN DEL SECTOR AGRÍCOLA

En paralelo a las manifestaciones, el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) inició una huelga que paralizó las operaciones en las principales plantas procesadoras de soja del país. La medida de fuerza respondió a despidos masivos en la empresa Explora SA y a la intervención de la Prefectura Naval en una protesta previa.

El gobierno dictó la conciliación obligatoria con el fin de frenar la medida de fuerza y abrir una mesa de negociaciones, pero los trabajadores se negaron a acatarla. La paralización del sector afecta directamente a las exportaciones de uno de los principales productos de la economía argentina y genera preocupación entre los empresarios del agro.

CANCELACIÓN DEL VIAJE DE MILEI A ESPAÑA

En medio de la crisis social y política, el presidente Javier Milei canceló su viaje programado a España, donde tenía previsto recibir un premio del «Club de los Viernes» en Madrid. La decisión fue tomada debido a la escalada de las protestas en Buenos Aires y la emergencia climática en Bahía Blanca, donde las inundaciones han causado severos daños y evacuaciones.

Esta es la tercera vez que Milei pospone una visita a España desde que asumió la presidencia en diciembre de 2023, lo que ha generado especulaciones sobre su relación con el gobierno de Pedro Sánchez y la diplomacia argentina.

UN PANORAMA DE ALTA TENSIÓN

Argentina enfrenta un escenario de creciente conflicto social, con sectores cada vez más amplios manifestando su descontento ante la situación económica y las políticas del gobierno. La respuesta del Ejecutivo, con un fuerte discurso de confrontación y acusaciones de golpe de Estado, genera inquietud sobre la estabilidad institucional del país en los próximos meses.

Con las movilizaciones en aumento y las medidas de ajuste impactando a los sectores más vulnerables, los analistas advierten que la gestión de Milei podría enfrentar un desafío aún mayor en los próximos días. Mientras tanto, el gobierno busca sostenerse con un discurso de mano dura y acusaciones contra la oposición, en una Argentina cada vez más polarizada.

 


 

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