Bolivia atraviesa un período de profunda inestabilidad política y social, marcado por la fractura en el Movimiento al Socialismo (MAS), una crisis económica agravada por la escasez de combustible y crecientes tensiones políticas en el país.
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La crisis en el partido gobernante alcanzó un punto crítico con la renuncia de Evo Morales al MAS en febrero de este año. Tras perder el liderazgo del partido, Morales decidió postularse a las elecciones presidenciales del 17 de agosto de 2025 bajo la sigla del Frente Para la Victoria (FPV), lo que ha provocado una reconfiguración del escenario electoral.
La fractura entre Morales y el presidente Luis Arce ha generado conflictos internos y protestas en diferentes regiones del país. Seguidores del exmandatario han exigido la renuncia de Arce mediante bloqueos y movilizaciones, mientras que el gobierno mantiene su postura de continuar con su mandato hasta el final del período constitucional.
CRISIS ECONÓMICA Y DESABASTECIMIENTO DE COMBUSTIBLE
El país enfrenta una crisis económica que se ha visto reflejada en el desabastecimiento de combustible. Transportistas y ciudadanos han realizado manifestaciones en distintas ciudades exigiendo soluciones inmediatas, mientras que el gobierno ha señalado problemas en la importación de combustibles como una de las causas principales de la escasez.
Expertos advierten que la falta de divisas y la caída en la producción de hidrocarburos han debilitado la economía nacional, afectando a distintos sectores productivos. Ante esta situación, el gobierno ha anunciado medidas de emergencia para estabilizar el abastecimiento y evitar una mayor crisis social.
TENSIONES POLÍTICAS Y DENUNCIAS DE ATENTADOS
El clima político se ha vuelto aún más tenso tras la denuncia de Evo Morales sobre un supuesto atentado en su contra en octubre de 2024. Morales acusó a agentes estatales bajo el mando del gobierno de Luis Arce de estar detrás del ataque, lo que generó un fuerte cruce de declaraciones entre ambas partes.
Además, el intento de golpe de Estado ocurrido en junio de 2024, liderado por el entonces comandante del Ejército, Juan José Zúñiga, dejó en evidencia las divisiones dentro de las fuerzas armadas y la fragilidad institucional del país. Aunque la sublevación fue sofocada rápidamente, la desconfianza en las instituciones sigue latente.
PERSPECTIVAS DE CARA A LAS ELECCIONES DE 2025
Con las elecciones generales programadas para agosto, Bolivia enfrenta un panorama político incierto. La fragmentación del MAS y la candidatura de Morales por otra fuerza política han modificado la contienda electoral, mientras que la oposición busca articular un bloque sólido para enfrentar al oficialismo.
Los próximos meses serán cruciales para definir el futuro del país en medio de un contexto de crisis económica, confrontaciones políticas y demandas sociales que siguen en aumento.
Primero aseguraron que estoy inhabilitado con sentencias que, luego, se demostraron ser ilegales e inconstitucionales.
Luego -con la complicidad de dos magistrados de facto (autoprorrogados) del TCP- nos robaron la sigla e impusieron dirigentes truchos que se adueñaron del… pic.twitter.com/1pSyu6m7pN— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) March 14, 2025