Luego de conocida la renuncia de Karol Cariola (PC) a la dirección de la Cámara de Diputadas y Diputados se activó el protocolo de sucesión, que contempla someter la dimisión a votación y elegir un nuevo presidente dentro de un plazo determinado.
Mientras tanto, la representación de la Corporación quedará en manos del primer y segundo vicepresidente, es decir, Gaspar Rivas (ex PDG) y Eric Aedo (DC).
Este último aseguró al respecto que en la Cámara «vamos a seguir funcionando».
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«No va a haber mucho cambio desde el punto de vista del operativo y obviamente que al primer vicepresidente le toca asumir el rol principal», especificó.
Se refería, desde luego, a que desde que Cariola comenzó su periodo de descanso prenatal han estado funcionado de esa manera.
DOS POSIBILIDADES
Para Aedo, existen dos escenarios que están en evaluación.
Uno de ellos es la salida de Aedo y Rivas, con lo cual toda la mesa directiva se debería renovar la semana del 7 de abril.
El otro es que se elija un nuevo presidente o presidenta de la Cámara hasta el periodo final de la mesa, que vence el 15 de abril.
Esa es la fecha estipulada en el acuerdo administrativo entre los partidos oficialistas y la Democracia Cristiana para que concluya la administración de la actual mesa.
Para Aedo esa es la mejor opción.
«Si todos decimos que queremos que se respeten las instituciones, fortalecer las instituciones, entonces hagamos las cosas como corresponde», insistió.
El diputado admitió que eso depende de la decisión que tome la Cámara y que se está conversando al respecto.
Agregó que están abocados a «que no haya ningún problema institucional, que no haya una crisis institucional y que la Cámara salga bien de esta situación, que por cierto ha sido compleja».
45 HORAS
Por su parte, el diputado Raúl Soto (PPD) explicó que hay que tomar la decisión de «si solamente se va a reemplazar el cargo vacante hasta ahora, que es la presidencia».
Para ese efecto, «según reglamento, dentro de las 45 horas siguientes a la presentación de la renuncia se tiene que producir una elección democrática donde los 155 parlamentarios y parlamentarias eligen un nuevo presidente y presidenta», añadió.
Puntualizó también que «el oficialismo y el progresismo, que está dentro del marco del actual acuerdo administrativo, tiene la posibilidad de presentar un nuevo nombre, una nueva carta para dirigir».
Eso puede ser «con los actuales dos vicepresidentes manteniéndose, o en caso que decidan ellos dar también un paso al costado, se reemplazará la mesa completa».