Carabineros y personal de la Municipalidad de San Bernardo llevaron a cabo el desalojo de un jardín infantil que había permanecido tomado durante cinco años en dicha comuna.
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El establecimiento, ubicado en la intersección de Santa Teresa con Santa Mercedes, se encontraba abandonado y, en 2019, fue ocupado por un supuesto pastor evangélico, quien ofreció refugio a personas en situación de calle.
Patricia Leiva, académica de la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello, comentó a Está Pasando:»Los terrenos eriazos y abandonados son propicios para este tipo de situaciones. Sería necesario que una vez que ocurren las ocupaciones estas se desalojen para evitar que perduren en el tiempo, creando así situaciones desagradables y molestas para los vecinos, que era lo que estaba ocurriendo. Pero también hay que tomar en cuenta que aquí hay un problema mucho mayor y más profundo, que es la situación de las personas en situación de calle y de como la sociedad entera nos hacemos cargo de este problema. Por ello es que digo que es un tema que atañe a varios sectores de la sociedad».
MUNICIPIO
Desde Carabineros indicaron que el lugar se había convertido en un foco de inseguridad y problemas sanitarios. A pesar de reiteradas advertencias para que sus ocupantes se retiraran, estos no lo hicieron.
«En varias oportunidades el municipio había hecho contacto… Hicieron caso omiso. Se transformó en un basural y un foco de insalubridad», afirmó el comandante a cargo del operativo.
El funcionario agregó que «La idea es poder asegurar este recinto… Ejecutar el desalojo y propiciar la devolución para que el municipio pueda habilitar nuevamente el jardín infantil».
«Las razones son muchas, es un problema multifactorial que atañe no sólo al derecho, sino a otras ciencias y ramas como las políticas públicas y seguridad, programas de vivienda, infraestructura, etc., incluso afecta y atañe al Estado de Derecho en cuanto a la aplicación oportuna de las leyes», explicó Patricia Leiva.
«TENGO TODAS MIS COSAS»
Uno de los habitantes del recinto habló con Radio Bío Bío sobre el procedimiento, asegurando que solo la semana pasada recibieron la primera advertencia para retirarse.
«La primera vez que vienen fue hace cinco días», relató.
Además, mencionó que actualmente en el lugar residían 15 personas, quienes habrían perdido sus pertenencias al no permitírseles retirarlas.
«Tengo todas mis cosas, yo vivo aquí. Mi living, mi comedor, yo llevo cinco años aquí… Es mi casa, es mi hogar», expresó.
Respecto al supuesto pastor que los llevó allí, aseguró que este se marchó junto con «todas sus ovejas» y desconocen su paradero.
¿QUÉ MEDIDAS SE DEBEN TOMAR?
Para finalizar, la académica explicó las medidas que se deben tomar para evitar este tipo de situaciones: «Los terrenos eriazos y abandonados son propicios para este tipo de situaciones. Sería necesario que una vez que ocurren las ocupaciones estas se desalojen para evitar que perduren en el tiempo, creando así situaciones desagradables y molestas para los vecinos, que era lo que estaba ocurriendo. Pero también hay que tomar en cuenta que aquí hay un problema mucho mayor y más profundo, que es la situación de las personas en situación de calle y de como la sociedad entera nos hacemos cargo de este problema. Por ello es que digo que es un tema que atañe a varios sectores de la sociedad».