Las conversaciones entre la expresidenta de la Cámara de Diputados Karol Cariola y la exalcaldesa de Santiago Irací Hassler, “potencialmente” pueden tener un interés criminalístico para la indagatoria penal por tráfico de influencias en el marco de una arista del caso Sierra Bella, dijo el fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper, quien lidera una investigación.
Esto, en relación con los diálogos privados obtenidos por la Brigada Anticorrupción de la PDI donde hablaban contra el Presidente Gabriel Boric y el actual gobierno.
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Estos fueron incluidos en el informe policial de la investigación -el número 487- que se sigue en contra de la parlamentaria.
Según Cooper, esas conversaciones muestran del grado de confianza y amistad existente entre Cariola y Hassler.
El persecutor defendió el haberlas incorporado a la causa.
UNA GRAN AMISTAD
En conversación con CNN Chile expuso que en primera instancia «uno podría indicar que la policía no ponga aquellas cosas que no tienen interés criminalístico para la causa Sierra Bella, porque dentro de la reserva yo no solamente reservé aquellas cosas que, uno podría pensar, son estas críticas políticas que podrían ser entre dos amigas, por ejemplo respecto a terceras personas. Pero también reservé, por éxito de la investigación, las conversaciones que, sí estimamos, eran indiciales de otro delito y que dio la apertura de otra investigación».
Sin embargo, añadió, “a pesar de que yo reservé esas conversaciones que tanto revuelos causaron el día sábado, porque estamos hablando de la famosa crítica al Presidente de la República, al gobierno, etc., uno incluso podría decir ‘bueno, depende’, porque el tráfico de influencia también requiere abuso, prevalimiento, no solamente la mera sugerencia. Y el abuso se acredita de tres formas: abusar de la jerarquía, no era el caso; abusar de la función, que no era el caso (…), y de una relación de amistad”.
El persegutor argumentó que «si dos personas son capaces de criticar a su propio espectro político, demuestra una amistada bastante grande entre las dos y eso quizás tiene que ver con el resto de las conversaciones, respecto del tráfico de influencia respecto de la famosa patente de alcoholes y los chinos».
En específico, Cooper sostuvo que «potencialmente», esas conversaciones tienen interés criminalístico, «pero estimé que había otras conversaciones, largas entre las dos, que me daban ese elemento de todas maneras».