Si bien Pablo Milad asegura que no está entre sus opciones dejar la presidencia de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), sí realizó una profunda autocrítica a lo que ha sido su gestión y dijo que «tengo que hacerme cargo de eso, es una realidad».
Se refería a las suspensiones de partidos, canchas inhabilitadas, problemas de violencia y, lo más notorio, la virtual eliminación -salvo una suerte de milagro- de La Roja del próximo mundial, incluida la polémica por el desempeño del técnico Ricardo Gareca.
Con esos elementos las peticiones de su renuncia han salido insistentemente desde diversos sectores.
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«Soy el primero en asumir las responsabilidades pero pienso: ¿En qué participó (Sergio) Jadue en la formación de la Generación Dorada?», preguntó respecto de la responsabilidad que se le atribuye por no apuntar a la renovación en la selección.
«Le tocó. A Arturo, le tocó. A Harold también le tocó una buena generación, o de otro modo Bielsa no habría venido», agregó en entrevista con El Mercurio.
«Si mi periodo terminara ahora también me iría», respondió a una pregunta respecto del ex timonel de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional Reinaldo Sánchez, que exigió su renuncia.
«Yo no pienso solamente en mí, sino en lo que viene para el fútbol chileno. Quiero dejar cimientos», agregó.
«PARTE DEL CARGO»
Milad descartó un tercer periodo a cargo de la ANFP.
Reconoció que uno de sus problemas durante su gestión fue «no rodearme de la mejor gente al principio. Profesionales, asesores, gente al lado que no fue la mejor».
«A veces tengo que asumir responsabilidades que no son propias. Es parte del cargo, pero el rendimiento de la selección es un problema de todo el fútbol chileno. Parto de un análisis: históricamente en el formato de clasificatorias de todos contra todos, somos séptimos, peleando el sexto lugar», explicó.
«Primero, no encontramos un proyecto de trabajo estable en la selección. Hay un factor importante que es el nivel de nuestro jugadores. ¿Cuántos juegan en las ligas importantes de Europa ahora y cuántos lo hacían en 2016? No es un problema de una dirigencia u otra, es de la proyección de los jugadores», aseguró Milad.